ARTÍCULO
1 - La
escuela rusa de ajedrez
ARTÍCULO 2 - Akiba
Rubinstein, la precisión polaca
ARTÍCULO 3 - José
Raúl Capablanca, un talento natural
ARTÍCULO 4 - Cómo
Chigorin tumbó a Steinitz
ARTÍCULO 5 - El
escapista húngaro
ARTÍCULO 6 - Un
futbolista en el tablero
ARTÍCULO 7 - Tablas
por amor
ARTÍCULO 8 - Esos
curiosos ajedrecistas
ARTÍCULO 9 - Rompiendo
las cadenas
ARTÍCULO 10 - El
sacrificio posicional
ARTÍCULO 11 - El
príncipe romántico... o el príncipe tramposo
ARTÍCULO 12 - Krejcik,
el cazador de damas
ARTÍCULO 13 - Prodigios
de longevidad en el ajedrez
ARTÍCULO 14 - Tarrasch,
el romántico antirromántico
ARTÍCULO 15 - Vassily
Ivanchuk, un talento descontrolado
ARTÍCULO 16 - La
gloria del jugador desconocido
ARTÍCULO 17 - Arturito,
un halo de luz entre las tinieblas
ARTÍCULO 18 - Richard
Reti, pensamiento científico
ARTÍCULO 19 - Los
jugadores errantes
ARTÍCULO 20 - Un
paso adelante
ARTÍCULO 21 - El
ajedrez, una pasión para toda la vida
ARTÍCULO 22 - El
teniente Cartier, la guerra desde el tablero
ARTÍCULO 23 - Alma
de campesino, espíritu de ajedrecista
ARTÍCULO 24 - El
bad boy del ajedrez
ARTÍCULO 25 - Una
vida de película
ARTÍCULO 26 - 20
años sin Mikhail Tahl
ARTÍCULO 27 - Qué
duro es vivir
ARTÍCULO 28 - Desvelando
los misterios del ajedrez... y algo más
ARTÍCULO 29 - La
decadencia del artista
ARTÍCULO 30 - Pragmatismo
en estado puro
ARTÍCULO 31 - Obsesión
al límite
ARTÍCULO 32 - Tan
cerca de la locura, tan lejos
ARTÍCULO 33 - Eleazar
Pereiro, pasión polifacética por el ajedrez
ARTÍCULO 34 - Injusta
justicia
ARTÍCULO 35 - Rey
Ardid, Doctor en Psiquiatría y en ajedrez
ARTÍCULO 36 - José
Sanz Aguado, el optimista incorregible |