Ocurre en contadas ocasiones, pero a veces el jugador aficionado es capaz de sorprender al maestro y derrotarle. Es la mayor satisfacción que puede obtener un amateur, su minuto de gloria que saboreará probablemente durante el resto de su vida.

           Las sesiones de simultaneas dadas por maestros de ajedrez datan de varios siglos atrás. Ya en la época de Philidor el público asistía en multitud para presenciar al genial francés jugando varias partidas a la ciega. Estas sesiones son una de las partes más espectaculares que se pueden dar en el ajedrez, ver a un maestro combatiendo contra decenas de aficionados suele ser un gran espectáculo.

           Además, los aficionados tienen una oportunidad única de enfrentarse a los mejores jugadores del planeta, en lo que seguro será un recuerdo inolvidable. Además siempre existe la posibilidad de poder derrotarle, hay que aprovechar el poco tiempo que tiene el maestro para meditar cada jugada y la saturación que supone jugar tantas partidas, algo que resulta agotador física y mentalmente.

           A finales del siglo XIX y principios del XX se pusieron de moda las partidas en consulta. Se podían disputar en distintas modalidades, varios maestros contra varios maestros, un maestro contra varios aficionados o varios maestros contra un aficionado pero en varias partidas de una simultanea. Podéis ver varias de estas partidas en: Partidas en consulta. A continuación veamos como un aficionado sorprendió a dos maestros de la talla de Lasker y Wolf, y lo hizo de una forma espectacular:

           Pero sin duda las sesiones de simultaneas más espectaculares son las dadas en la modalidad a la ciega. Aquí el maestro no ve ni fichas, ni tablero, y suponen un increíble esfuerzo para éste. Suele ser habitual que el maestro pierda varias partidas en cada sesión, pero en muchas ocasiones nos sorprenden con increíbles y preciosas victorias, como por ejemplo: Partidas a la ciega.

           La historia está plagada de increíbles hazañas realizadas por maestros que nos maravillaron con esfuerzos sobrehumanos. Conozcamos algunas marcas sorprendentes, primero en simultaneas en las que se contabilizaba el número de partidas disputadas al mismo tiempo:

           Existe otra modalidad en la que cuando un jugador pierde, otro ocupa su lugar. Se suelen jugar más partidas en total, pero no tantas a la vez como los records anteriores. Veamos los records en esta modalidad:

           A veces en las simultaneas participan jugadores experimentados, que si bien no son maestros, si pueden resultar rivales duros de roer... si no que se lo digan a Magnus Carlsen, que fue barrido por un jugador que a duras penas llegaba a los 2000 puntos elo:

           En ocasiones jóvenes jugadores de gran talento participan en simultaneas dadas por algún maestro, es la única forma que tienen de medir su fuerza con jugadores profesionales y de paso darse a conocer y poder aspirar a entrar en torneos importantes. Así, tenemos casos como el de Frank James Marshall que derrotó a Pillsbury durante su juventud, Mikhail Tahl hizo lo propio con Ratmir Kholmov o Botvinnik con Capablanca. A continuación podéis ver la victoria de un jovencísimo Marshall sobre Pillsbury en unas simultaneas a la ciega. Hay que decir que Pillsbury era un auténtico valiente, ya que para sus exhibiciones a la ciega siempre escogía rivales fuertes, lo que traía aparejado la derrota en varias partidas. Otros jugadores ostentan el record de partidas en esta modalidad, pero de forma menos meritoria al enfrentarse a rivales débiles que exigían mucho menos esfuerzo.

           Como vemos no todo es gloria para el maestro, siempre corre un serio riesgo de caer derrotado ante rivales inferiores a él. Echando un vistazo a la historia podemos encontrar derrotas sonrojantes en pocas jugadas de ajedrecistas de la talla de Staunton, Alekhine, Lasker, Blackburne o Fischer. Aunque especialmente bochornosas fueron las siguientes derrotas: Erik Fossan fue sorprendido en sólo 5 jugadas: 1.e4 e5 2.Cf3 Cf6 3.Cxe5 Cxe4 4.De2 Cf6 5.Cc6+; otro esperpento fue protagonizado por el maestro holandés Cornelissen, que perdió en 6 jugadas allá por el año 1974: 1.e4 e5 2.Cf3 f5 3.d4 fxe4 4.Cxe5 d6 5.Dh5+ Re7 6.Df7++.

           En 1910 el maestro austriaco Josef Emil Krejcik estableció una marca realmente difícil de superar: dio una simultánea a 25 tableros y fue derrotado en todas las partidas.

           Otro caso curioso le ocurrió al ex-campeón del mundo Emanuel Lasker, durante su visita a Moscú, junto a Capablanca, en 1925. Lasker dio unas simultaneas ante 25 niños no mayores de 18 años y recibió una auténtica paliza perdiendo casi todas las partidas. Lasker le dijo a Capblanca: "¡Que escolares ni que cuentos! Jugaban como maestros; no se deje usted engañar". Capablanca tomó buena nota y obtuvo mejores resultados que Lasker en la sesión que dio.

           Como hemos podido comprobar, dar una sesión de simultaneas no es tarea sencilla y el maestro se puede llevar desagradables sorpresas. Este mismo año yo pude asistir a una sesión de simultaneas a 25 tableros dada por el ruso Alexander Morozevich, y verdaderamente fue un espectáculo digno de ser visto, Morozevich no defraudó y confirmó su fama de jugador táctico realizando varias combinaciones que entretuvieron al público asistente.

           Veamos, para finalizar, dos partidas en las que un jugador desconocido sorprendió a un maestro con una bonita combinación:

Javier Cordero Fernández

(29 Enero 2010)

Zukertort - Carr,  Londres  1885

N. N. - Lasker, Copenhage  1927

Gereben - Komarov,  Leningrado  1949

N. N. - Shearer,  Año  1978

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