Veamos hoy una serie de trucos sobre un tablero de ajedrez, trucos de escapismo para superar una situación desesperada. Porque el ajedrez es un juego donde nada es lo que parece y donde no existen los imposibles, los límites sólo los pone nuestra propia mente.

           El protagonista de tales proezas fue el jugador húngaro Levente Lengyel, ajedrecista de estilo tranquilo, muy aficionado a las tablas y poco dado a correr riesgos, pero que en el año 1964 produjo dos bellas partidas en las que escapaba de sendas derrotas de forma milagrosa.

           Lengyel, cual Houdini, utilizará en sus actuaciones un truco muy común en el ajedrez: el ahogado. Con este recurso consiguió sorprender a sus rivales y logró salvar dos partidas perdidas. El tema del ahogado suele ser muy utilizado en la composición de finales y estudios artísticos. En partidas de competición es muy difícil de ver; con un tiempo limitado para reflexionar, no es fácil buscar una combinación que acabe en tablas por ahogado.

          Veamos ahora unos retazos sobre la vida de este jugador. Lengyel no fue un ajedrecista desconocido, todo lo contrario, fue invitado a los grandes torneos europeos con asiduidad y en Hungría fue un jugador muy respetado. Participó con la selección de su país en 6 Olimpiadas, obtuvo el título de MI en 1962 y el de GM en 1964 (el año en que tuvo dos empleos: ajedrecista y escapista).

          Obtuvo varios triunfos a lo largo de su carrera: 

• Campeonato de Hungría de 1962, en el que quedó empatado con Portisch, con el que perdió el match de desempate (3'5-1'5)

• Torneo de Solingen de 1968, sin duda su mayor logro. (Ver tabla).

• Torneo de Bari 1972, con 8 puntos de 11 posibles.

• Torneo de Reggio Emilia de 1972, con 7 puntos de 11 posibles.

• Torneo de Virovitica, con 9 puntos de 13 posibles.

           Tuvo otras grandes actuaciones, logrando segundos puestos en muchos torneos: cabe destacar un zonal en 1962 y el campeonato de Hungría de 1963. Quizás la característica que mejor le define es su regularidad, siempre que acudía a un torneo era para terminar en los puestos de honor y rara vez acababa por debajo de la mitad de la tabla. Ya hemos dicho que era un jugador sólido, un rival difícil de ganar, que con un mayor dominio táctico podría haber alcanzado cotas más altas. Hasta el año 2002 estuvo jugando torneos, aunque lógicamente a un nivel inferior.

           Veamos ahora el porqué de este artículo. Comencemos con un primer truco, ni más ni menos que ante uno de los mejores jugadores de la época:

Portisch - Lengyel, Málaga 1964

NOTACIÓN FEN: 7k/3q4/6Q1/3p2K1/3P4/4P3/5P2/8 w - - 0 52

           Las blancas tienen la partida ganada, los dos peones de más son suficientes para jugar cómodamente. Pero con el siguiente movimiento, Portisch lo estropea todo: 1.f4 había varias jugadas válidas, pero esta es un completo desastre. Veamos como Lengyel lo aprovecha con habilidad y maestría: 1...Dg4+ 2.Rh6 Dg5+ no hay más remedio que tomar la dama y el rey negro queda en posición de ahogado. Primer truco donde el escapista nos demuestra que en el ajedrez siempre hay recursos para huir de situaciones desesperadas. Por contra su rival terminó pensando: "¡que asco de truco!". Ver partida completa.

           Lengyel volvió a sorprender al mundo sólo unos meses después y de nuevo ante un fuerte GM. Las similitudes entre ambas partidas son increíbles, vuelve a repetirse la cantidad de material: dama + 3 peones vs dama + 1 peón. Esta vez la combinación es más complicada y resultó ser de una gran belleza. El húngaro jugó aquí la partida más brillante de su vida (al menos el final más brillante):

Matanovic - Lengyel, Budapest 1964

NOTACIÓN FEN: 8/5k2/8/4QP2/3p4/7P/3q2PK/8 w - - 0 59

           De nuevo la situación es desesperada, pero... 1.De6+ Rf8 2.f6 no parece muy buena idea dejar sin escape al rey negro 2...Df4+ 3.Rg1 Dc1+ 4.Rf2 Df4+ 5.Re2 d3+ 6.Rxd3 Dd4+ y Lengyel vuelve a conseguir un ahogado sorprendente, que seguro dejó perplejo a Matanovic. Ambas partidas fueron jugadas en torneos importantes, lo que le da más valor. Ver partida completa.

           No creo que haya muchos jugadores que pueden presumir de haber logrado dos gestas semejantes, ante dos reputados GM y en tan corto espacio de tiempo. 

           De estas partidas se puede sacar una conclusión: jamás os relajéis cuando estéis sentados ante un tablero, la relajación es la antesala de la derrota.

           Para poner la guinda al pastel, quisiera poner fin a este artículo con una partida jugada en 1963 y que también termina con un espectacular ahogado. Borislav Ivkov encontró una genial combinación que le salvó de una situación muy complicada. Por el alto número de piezas que quedaban en el tablero, esta serie de jugadas tiene un gran mérito. (Ver partida).

Javier Cordero Fernández

(9 Mayo 2008)