Una
de las personalidades más peculiares que ha dado el
ajedrez español es, sin duda, la de José Sanz Aguado.
Su fuerte carácter sólo fue superado por su pasión
por el ajedrez, aunque esa pasión palidecía ante la
desproporcionada confianza que siempre tuvo cuando se
sentó frente a un tablero de ajedrez. Y es que José
Sanz creía, a ciencia cierta, que ningún rival podía
derrotarle, simplemente se consideraba superior a
cualquier jugador del mundo y esa actitud, que podríamos
calificar de pueril, marcó su paso por el mundo del
ajedrez. Sanz fue un trabajador incansable, todo lo relacionado
con el ajedrez le interesaba (su casa se encontraba
repleta de libros y revistas de ajedrez, las cuales
guardaba incluso debajo de las camas ante la falta de
espacio en el resto de la vivienda), por lo que su
preparación siempre fue excelente. Su estilo de juego
era posicional, con un juego basado en maniobras lentas
que denotaban cierto encorsetamiento y dificultades para
tomar la iniciativa. El
nombre de José Sanz se hizo célebre a nivel
internacional gracias a una partida jugada ante Ortueta
en 1933 cuyo final es una mezcla de belleza y
precisión, una pequeña obra de arte que apareció
en decenas de publicaciones. Sin embargo, la partida
siempre ha estado rodeada de una gran polémica
relacionada con su autenticidad, con datos nuevos
aparecidos en los últimos años, sospechas de plagio y
hasta 3 versiones distintas con una posición prácticamente
idéntica. Pueden conocer esta historia en detalle en: Ortueta
- Sanz.
Sin embargo, la figura de Sanz no puede limitarse a la
disputa de esa partida, su carrera está llena de
triunfos y sus aportaciones al desarrollo del ajedrez en
España fueron múltiples y variadas. A continuación
pueden ver un detallado repaso a su vida y a su carrera
en el ajedrez, artículo que publiqué en la web
'Historia del ajedrez español' y que no reproduzco
aquí por no duplicar contenidos:
José
Sanz Aguado, el optimista incorregible |
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Veamos a continuación algunas partidas rematadas con
brillantez por Sanz, no era lo habitual dado su estilo
de juego metódico y tranquilo, pero cuando la ocasión
era propicia demostró que tenía talento de sobra para
combinar:
Fdez.
Salaverri - Sanz, Madrid 1931
Rod.
Lafora - Sanz, Madrid 1934
Sanz
- Ortueta, Madrid 1935
F.
J. Pérez - Sanz, Cáceres 1946
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Javier
Cordero Fernández
(12
Diciembre 2017) |