¿Un ajedrecista metiendo goles?. Pues si, el noruego Simen Adgestein hizo ambas cosas. Un caso verdaderamente extraño y poco común, Simen supo compaginar dos disciplinas tan diferentes (físicamente e intelectualmente) y lo hizo a un gran nivel.

           Comencemos por sus logros en el tablero, ya que fueron los primeros en llegar. Simen aprendió a jugar siendo sólo un niño, participando en su primer torneo a los 7 años, cuando ni siquiera sabía escribir (lógicamente no podía ni anotar sus partidas). Demostró ser un adolescente muy prometedor, algo que confirmó al ganar el Campeonato de Noruega con sólo 15 años. Ese mismo años participó en sus primeras Olimpiadas y lo hizo de forma brillante: medalla de oro en el 4º tablero, con 9 puntos en 12 partidas.

           Los triunfos siguieron llegando, como el Open Lloyds Bank con un sensacional 8/9. En 1983 quedó en segunda posición en el Campeonato de Europa junior, sólo superado por Valery Salov. Con tan sobresalientes actuaciones se le concedió el título de MI en el año 1983 y el de GM en 1985. En 1986 fue subcampeón del mundo junior, empatado en cabeza con Walter Arencibia. Su ascensión estaba siendo meteórica y pronto fue invitado a los grandes torneos europeos. 

           En su palmarés hay multitud de triunfos, alguno de ellos de bastante importancia (Gausdal, Cto nórdico, etc). Agdestein representó a Noruega en 5 Olimpiadas y participó en varios torneos Interzonales, su 6º puesto en el de 1985 le dejó a las puertas del torneo de candidatos. Compaginar los torneos con el fútbol profesional tuvo que ser una tarea ardua y agotadora, algo que probablemente le impidió alcanzar cotas más altas en ambas disciplinas. De hecho, sus resultados decayeron en gran medida en la década de los 90, justo cuando repartía sus esfuerzos entre el césped y el tablero. 

           Este estancamiento, que duró una década, fue desastroso para su progresión. Agdestein es un GM reputado y competitivo, pero está un peldaño por debajo de los grandes (lo que pierdes en la juventud es difícil que lo puedas volver a recuperar). En la actualidad es entrenador de la gran promesa del ajedrez mundial: Magnus Carlsen.

           Su paso por el circo del fútbol tampoco fue testimonial. Su carrera discurrió siempre en el mismo equipo: el Lyn de Oslo (1984-1992). Su puesto en el campo era delantero centro, esperemos que rematar tanto balón de cabeza no le afectase después en el tablero (como un boxeador sonado que ha recibido demasiados golpes).

           Disputó un total de 92 partidos entre la 1ª, 2ª y 3ª división noruega, en los que anotó 37 goles. Además llegó a jugar en 8 ocasiones con la selección absoluta de su país, en los que logró 1 tanto (lo que nos da a entender que logró alcanzar un nivel alto al final de su carrera). Se retiró del fútbol con sólo 25 años, está claro que practicar dos deportes a nivel profesional no es una actividad que se pueda realizar durante muchos años.

           De todas formas esta es una historia formidable, llena de superación personal y una total demostración de poder mental y físico. Teniendo en cuenta el tiempo que hay que dedicar a estudiar la teoría del ajedrez, seguro que tuvo que perder muchas horas de sueño para perseguir sus metas.

           Veamos como se desenvolvía en el tablero este delantero centro cuando le visitaba la inspiración:

Javier Cordero Fernández

(6 Junio 2008)

Agdestein - Ljubojevic,  Wijk aan Zee  1988

Agdestein - Deviatkin,  Internet ICC  2002

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