En
este artículo podréis conocer a ajedrecistas que
llevaron una doble vida, jugadores que compaginaron su
carrera en el tablero con alguna otra ocupación
curiosa. La mayoría son casos provenientes del Siglo
XIX y comienzos del XX, cuando el ajedrez distaba mucho
de ser profesional.
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Andre
Danican Philidor
(1726 - 1795)
Philidor
fue el mejor jugador del mundo en su época,
pero si encuentran su nombre en cualquier
enciclopedia no será por sus logros en el
tablero. Philidor fue famoso por sus
composiciones de música clásica, campo en el
que alcanzó una fama mundial.
Destacar
en dos disciplinas tan complicadas, como el
ajedrez y la música, demuestra que Philidor tenía
una mente privilegiada. |
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George
Alcock MacDonnell
(1830 - 1899)
La
ocupación real de Mac Donnell era la de
sacerdote. La dedicación a sus feligreses
estaba por encima de su dedicación al ajedrez,
por eso son contadas sus apariciones en torneos.
Otros
jugadores se vieron limitados por sus
responsabilidades laborales: Anderssen era
profesor de matemáticas o Tarrasch que fue
doctor en Nuremberg. |
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George
Mackenzie
(1837 - 1891)
Mackenzie
alternó su participación en torneos de ajedrez
con otra carrera totalmente diferente: la
militar. A los 19 años combatió en las filas
del ejercito británico en Irlanda y La India. Años
más tarde se alistó en el ejercito de La Unión,
durante la guerra civil americana, llegando a
ascender al rango de capitán. Finalmente desertó
y fue condenado a 2 años de cárcel por ello.
Al salir de prisión decidió renunciar a la
corte marcial, para centrarse en su brillante
carrera en el tablero.
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Johannes
Zukertort
(1842 - 1888)
Sin
duda la estrella de este artículo. Zukertort,
además de jugador de ajedrez, fue médico
(estudió química, psicología y medicina),
soldado, violinista, esgrimista, director de un
periódico político y hablaba un total de 11
idiomas (alemán, inglés, francés, italiano,
ruso, español, griego, hebreo, turco, árabe y
sánscrito). Personaje polifacético y genial,
pero que ha generado muchas dudas sobre la
autenticidad de su historia, no son pocos los
que le acusan de haber inventado algunos de sus
logros. |
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Jackson
W. Showalter
(1860 - 1935)
Showalter
no dedicó todas sus fuerzas al ajedrez, otro
deporte, muy popular en Estados Unidos, fue
dominado por este ajedrecista. Y es que Jackson
Whipss fue jugador de béisbol profesional y
alcanzó gran fama en Kentucky.
Su
nombre se hizo célebre al ser uno de los
inventores del tiro en curva, introduciendo los
lanzamientos con efecto en un deporte que estaba
en pleno desarrollo.
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Max
Harmonist
(1864 - 1907)
Harmonist
puede que sea el caso más extraño de esta
lista, no en vano fue bailarín de ballet
profesional. El baile era la dedicación
principal de su vida y sólo se dedicó al
ajedrez de forma amateur, con breves apariciones
en los torneos europeos.
Harmonist
trabajó para la compañía Royal Ballet. En el
ajedrez también demostró gran talento, como lo
demuestran las siguientes partidas.
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George
Alan Thomas
(1881 - 1972)
Compaginar
el ajedrez con otros deportes puede ser
beneficioso para un ajedrecista. Así debió de
pensar Thomas, que además de acudir a multitud
de torneos de ajedrez, también participaba en
torneos de badminton y tenis, incluso llegó a
jugar el torneo de Wimbledon. El tenis de
aquella época era practicado por caballeros,
deporte sólo accesible para la parte alta de la
sociedad, círculos que eran frecuentados por
Sir George Alan Thomas. |
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Milan
Vidmar
(1885 - 1962)
Vidmar
supo sacar partido a su mente privilegiada y dio
rienda suelta a su inteligencia siendo uno de
los más fuertes jugadores de ajedrez de
principios del siglo XX, así como un eminente
investigador. Fue profesor de ciencias, publicó
varias obras sobre electrotecnia y fue
presidente de la Academia de Ciencias de
Yugoslavia. Otro jugador dedicado a investigar
la mecánica fue Mikhail Botvinnik, que confesó
haber leído todas las obras de Vidmar. |
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Mir
Sultan Kahn
(1905 - 1966)
Sin
duda la historia más triste de todas. Sultan
Kahn era esclavo y siervo de un lord inglés, a
pesar de ser analfabeto jugaba de forma
excepcional al chaturanga (juego del que derivó
el ajedrez). Su amo le enseñó las normas del
ajedrez occidental y al comprobar su talento
decidió viajar a Europa con su siervo. Sultan
Kahn obtuvo diversos éxitos, como 3 campeonatos
de Inglaterra o un gran triunfo sobre
Capablanca. Tuvo que abandonar la práctica del
ajedrez cuando su amo decidió regresar a La
India. |
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Nicolas
Rossolimo
(1910 - 1975)
Rossolimo
es, en cuanto a su vida, el Zukertort del siglo
XX, aunque con una existencia más modesta.
Nunca fue ajedrecista profesional, para poder
subsistir se dedicó a distintos trabajos:
estibador, camarero, taxista en New York o
cantante. Además hablaba 5 idiomas, era cinturón
negro de judo y era un virtuoso del acordeón.
Una vida difícil y que parece evidente que no
tiene nada de fábula, algo de lo que Zukertort
no podría presumir. |
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Andor
Lilienthal
(1911)
El
caso de Lilienthal no es el más espectacular ni
el más curioso de esta lista. Pero nos muestra
a la perfección las dificultades que pasaban
los ajedrecistas de esa época, que tenían que
buscarse segundas ocupaciones para poder
subsistir con dignidad. Lilienthal, además de
buen ajedrecista, fue sastre. No sólo su mente
era hábil para encontrar las mejores jugadas,
sus manos tam- bién lo eran para elaborar los más
elegantes trajes. |
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Rashid
Nezhmetdinov
(1912 - 1974)
Nezhmetdinov
sobresalió por su talento táctico en el
ajedrez, pero todavía obtenía mejores
resultados en otro juego de tablero: las damas.
Rashid consiguió ser campeón de la URSS de
damas y fue el primer jugador en recibir el título
de maestro en ambas disciplinas. Finalmente se
decantó por el hermano mayor, es decir, el
ajedrez (algo que agradecemos todos los amantes
del ajedrez de ataque). Además también fue el
primer autor en escribir un libro de ajedrez en
lengua tártara.
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Mark
Taimanov
(1926)
Taimanov
es de la opinión de que no sólo de ajedrez
vive el hombre. Mark es un amante de la música,
algo bastante extendido en la antigua URSS. Pero
su relación con la música no se limita a una
simple afición, Taimanov es un reputado
pianista, calificado como muy talentoso por los
expertos.
Pero
tuvo otra ocupación curiosa, con sólo 11 años
interpretó un papel en la película 'Beethoven'.
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Ljubomir
Ljubojevic
(1950)
Como
ajedrecista fue uno de los mejores del mundo, y
lo hizo en una época irrepetible, nunca
existieron tantos jugadores de un nivel tan alto
como en la década de los 70. Pero esta
brillante carrera, salpicada de espectaculares
partidas de ataque, podría no haberse llevado a
cabo, ya que durante su juventud Ljubojevic fue
futbolista, jugando de delantero en el Estrella
Roja, equipo de gran nivel de la liga yugoslava.
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Henrique
Mecking
(1952)
Mecking
era uno de los 5 mejores jugadores del mundo en
la década de los 70, toda una promesa que en un
futuro lucharía por ser campeón del mundo.
Pero sus sueños se vieron truncados por una
extraña enfermedad que le dejó cerca de la
muerte: la miastenia. Mecking buscó su salvación
en la fe y se hizo sacerdote católico. Su
enfermedad empeoró a finales de los 70, pero
diez años después se recuperó por completo y
volvió al ruedo de los torneos de ajedrez. Eso
si, sin llegar a alcanzar su nivel anterior.
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Simen
Agdestein
(1967)
Simen
Agdestein era de la misma opinión que George
Thomas y compaginó sus dos grandes pasiones: el
ajedrez y el fútbol. Como ajedrecista fue un
joven prometedor y un GM que obtuvo y obtiene
buenos resultados. En el fútbol también alcanzó
cotas altas, jugó en la primera división
noruega y llegó a disputar nueve partidos con
la selección absoluta de Noruega. Jugaba en la
posición de ariete y su carrera duró hasta los
25 años, cuando se dio cuenta de que era
imposible dedicarse a dos deportes que absorben
tanto tiempo.
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Javier
Cordero Fernández
(3
Octubre 2008)
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