Eran tiempos de cambio en el ajedrez, la aparición
de la escuela moderna, liderada por Steinitz, había
convulsionado las antiguas teorías y estaba
consiguiendo desterrar a los jugadores románticos. Unos
pocos se resistían a estos nuevos principios
posicionales, sin duda el más brillante de los rebeldes
era Mikhail Chigorin.
Sólo hacía un año que Steinitz había derrotado
a Chigorin en el campeonato del mundo disputado en La
Habana. Los seguidores del ruso estaban muy descontentos
porque consideraban que Tcigorin había sido perjudicado
con la elección de la sede, tuvo que viajar desde San
Petersburgo, donde era invierno cerrado, hasta el
caluroso y húmedo verano de Cuba. Según se comprobó,
esto le mermó físicamente.
Unos meses después, Steinitz publicó el primer
tomo de su libro "Modern Chess instructor",
este sería el detonante de la historia que estamos
tratando. En el mencionado libro, Steinitz recomendada
un par de nuevas variantes 'conservadoras' para jugar el
gambito Evans y la defensa de los 2 caballos; Chigorin manifestó su total desacuerdo con ambas líneas y esto
enfureció a Steinitz que se reafirmó en que las
variantes eran correctas. Chigorin decidió que la única
forma de dilucidar de que lado estaba la razón, era la
celebración de un match de 2 partidas en las que se
jugasen ambas aperturas; Steinitz siempre fue un jugador
valiente y aceptó el desafió.
Como uno se encontraba en Rusia y el otro en los
Estados Unidos, se decidió jugar el match a través del
telégrafo, ya que el viaje hubiera resultado demasiado
largo para cualquiera de los contendientes. Se determinó
que el tiempo máximo para cada movimiento sería de 3 días,
Steinitz jugaría desde el Manhattan Chess Club (New
York) y Chigorin desde el Club de ajedrez de San
Petersburgo.
El duelo comenzó en otoño de 1890 y finalizó al año
siguiente. En la primera partida se planteó el Gambito
Evans, Chigorin era un virtuoso de esta apertura y así
lo demostró, llevó el peso de la partida y terminó
apuntándose el primer triunfo sin demasiados problemas.
Chigorin,
Mikhail - Steinitz, Wilhelm
Correspondencia
1890
1.e4
e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.b4 Axb4 5.c3 Aa5 6.0–0
Df6 7.d4 Ch6 8.Ag5 Dd6 9.d5 Cd8 10.Da4 Ab6
11.Ca3 c6 12.Ae2 Ac7 13.Cc4 Df8 14.d6 Axd6
15.Cb6 Tb8 16.Dxa7 Ce6 17.Ac1 Cg8 18.Aa3 c5
19.Tad1 Cf6 20.Ac4 Ac7 21.Cd5 Ad6 22.Ch4 Cxd5
23.Cf5 g6 24.Cxd6+ Dxd6 25.Axd5 Dc7 26.Axe6 fxe6
27.Axc5 Ta8 28.Dxa8 Dxc5 29.Da4 Rd8 30.Td2 Rc7
31.Tb1 Td8 32.Tb5 Dc6 33.Db4 d6 34.a4 De8 35.Tb6
Df8 36.Da5 d5 37.exd5 Rb8 38.d6 1–0
Posición
final
|
La segunda partida se disputó con la defensa de los
2 caballos por parte de las negras y de nuevo Chigorin se alzó con la victoria. Además lo hizo al más puro
estilo de la época romántica, con un bello sacrificio
de dama:
Steinitz,
Wilhelm - Chigorin, Mikhail
Correspondencia
1890
1.e4
e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Cf6 4.Cg5 d5 5.exd5 Ca5
6.Ab5+ c6 7.dxc6 bxc6 8.Ae2 h6 9.Ch3 Ac5 10.d3 0–0
11.Cc3 Cd5 12.Ca4 Ad6 13.Cg1 f5 14.c3 Ad7 15.d4
e4 16.c4 Ce7 17.Cc3 Ae6 18.b3 Ab4 19.Ab2 f4
20.Dc2 Dxd4 21.Rf1 f3 22.gxf3 exf3 23.Axf3 Af5
24.Ce4 Axe4 25.De2 Axf3 26.De6+ Rh7 27.Axd4 Axh1
28.Dh3 Cf5 29.Ae5 Tae8 30.Af4 Cd4 31.Dd3+ Ae4
32.Dxd4 Txf4 33.f3 Tef8 34.Dxa7 c5 35.Dc7 Cc6
36.a3 Txf3+ 37.Cxf3 Txf3+ 38.Rg1 Ad2 0–1
Después de 25.De2
Después de 36.a3
|
No sólo fue un duelo para dirimir quien estaba en
posesión de la razón, fue una lucha entre dos maneras
antagonistas de ver el ajedrez. Steinitz, partidario del
juego posicional y de no correr demasiados riesgos,
siempre buscaba ganar la partida a través del dominio
del centro y de la acumulación de pequeñas ventajas. Chigorin
era un jugador puramente romántico, de estilo
creativo, que trataba de atacar al rey rival desde el
primer movimiento sin importar las piezas que se
quedasen en el camino.
Estas partidas tuvieron una gran repercusión en
todo el mundo, Lasker llegó a declarar: "Las
partidas del match por telégrafo me produjeron una
honda impresión. Aplastar de ese modo a Steinitz me
parecía increíble".
Durante el transcurso del match ocurrió una anécdota
que pudo traer graves consecuencias para Steinitz. La
policía de New York investigó los mensajes que
llegaban desde la lejana Rusia y se encontraron con una
notación que no conocían (la de las partidas de
ajedrez), dedujeron (que avispados) que era un código
secreto utilizado por algún espía ruso y detuvieron a
Steinitz. Por suerte, a las pocas horas se aclaró todo
y el austriaco fue puesto en libertad. Aunque esto pueda
parecer raro, es algo muy común, durante la guerra fría
se intervinieron muchas partidas de ajedrez por
correspondencia confundiéndolas con mensajes cifrados.
Incluso se han dado algunos casos parecidos en los
tiempos actuales, cuando los integrantes del servicio
secreto de algún país no conocen la notación del
ajedrez.
Javier
Cordero Fernández
(2
Abril 2007)
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