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Richard Reti, pensamiento científico

Richard Reti

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

            Richard Reti nació el 28 de Mayo de 1889, en Pezinok (Checoslovaquia). Falleció el 6 de Junio de 1929, en Praga (Checoslovaquia).

            La cantidad de personajes curiosos o con rasgos de genialidad relacionados con el ajedrez es casi inagotable. Escribir sobre ellos se convierte en una tarea agradable que permite investigar y conocer más en profundidad el deporte más cerebral que existe. Hoy le toca el turno a uno de los grandes exponentes de la escuela hipermoderma, conozcamos un poco más a Richard Reti.

            Sus padres, Samuel y Ana, eran de ascendencia judía y gozaban de una situación económica algo más que desahogada, por lo que pudieron dar a su hijo una educación sobresaliente. Con sólo 15 años Reti sabía hablar varios idiomas y tenía conocimientos de música, pintura y literatura. Más adelante cursó estudios de Matemáticas y Física en Viena, completando de este modo su educación. Reti es la prueba de que en un entorno adecuado una mente se puede desarrollar y alcanzar cotas muy altas... lo que parece un adelanto al experimento que realizó Laszlo Polgar con sus hijas, que por otra parte también fue realmente exitoso.

            Durante su infancia, Reti conoció el ajedrez, un juego que le maravilló y que se convirtió en su pasatiempo favorito. La dedicación del joven Richard al ajedrez era tan grande que sus padres comenzaron a preocuparse, ya que el niño desatendía sus otras ocupaciones. Pero viendo la felicidad de su hijo cuando estaba frente a un tablero y el gran nivel que demostraba, permitieron que siguiese dedicando varias horas al día al ajedrez.

            La familia de Reti vivía en Viena y curiosamente lo hacía muy cerca de Carl Schlechter, uno de los mejores jugadores de ajedrez de la época. Por mediación de su hermano se consiguió que Schlechter accediese a evaluar el nivel de Reti, que por aquel entonces sólo tenía 12 años. El resultado de esa visita  fue calificado de excepcional por el propio Schlechter, que se convirtió en improvisado maestro de la joven promesa del ajedrez.

 

Reti en su juventud

            Los años fueron pasando y el nivel de Reti fue en aumento, Viena era una ciudad propicia para el desarrollo de los jugadores jóvenes, con clubes de ajedrez y cafés donde se daban cita decenas de ajedre- cistas, algo de lo que nuestro protagonista se benefició. Su debut en un torneo internacional puede ser catalogado como uno de los más desastrosos de la historia, por no decir el más desastroso. Si bien es necesario resaltar que se tuvo que enfrentar a duros rivales, no es menos cierto que su actuación, con 1'5 puntos (3 tablas) en 19 partidas, puede ser considerada como calamitosa: Ver tabla. Debutar en un torneo siempre es duro, si lo haces ante Maroczy, Rubinstein, Schlechter, Duras, Spielmann, Marshall o Tartakower cada ronda se puede convertir en un auténtico martirio. Eso fue lo que le ocurrió al joven Reti, que cambió la ilusión inicial por una sensación de tortura que se fue prolongando ronda tras ronda.

 

            Pero el prometedor Richard no se dejó atrapar por la desilusión y obtuvo el triunfo en sus dos siguientes actuaciones, eso sí, ante rivales de nivel más bajo que los que se encontró en su debut. De este modo Reti se fue asentando en los duros torneos europeos y empezó a encadenar una buena actuación tras otra. Pero algo más que sus resultados llamó la atención de los entendidos, sobre todo sorprendía la originalidad de su juego. Reti tenía ideas innovadoras, algunas totalmente novedosas y llenas de personalidad, lo que supuso una nueva ruta que siguieron los jugadores que estaban alineados del lado de los hipermoder- nos. Poco a poco fue dando forma a esas ideas y creando unos postulados que reflejaban su forma de entender el ajedrez.

             Reti innovó desde la primera jugada. Lo habitual era abrir el juego con e4 o d4, pero Reti decidió desechar ambos movimientos porque según su opinión esos peones se convertirán en el objetivo principal de nuestro rival y a las negras no les costaría demasiado igualar. Para Reti lo mejor es abrir la partida con 1.Cf3, con esta jugada se presiona el centro y se evita que las negras jueguen e5... sencillo e innovador. La siguiente idea era presionar sobre d4 situando un alfil en b2 o también presionar sobre e4 situando un alfil en g2 en fianchetto. Las ideas hipermodernas aparecen claramente reflejadas en esta apertura: presión sobre el centro con las piezas menores y no con los peones. Por esto entró en conflicto con Tarrasch, que lideraba la escuela clásica y defendía que un centro sólido sólo se puede construir con peones.

            Reti mantuvo una gran amistad con Gyula Breyer, una de las cabezas visibles de la escuela hipermoderna, en largas tertulias intercambiaron ideas sobre los postulados que revolucionaron el mundo del ajedrez. Si uno se pone a pensar en los jugadores que cambiaron o trataron de cambiar la forma de jugar al ajedrez de su época, le pueden venir a la cabeza nombres como Philidor, Steinitz, Tarrasch, Nimzowitsch o el propio Reti. Jugadores que trataron de ir más allá y buscaron dar una serie de principios que sirvieran para mejorar las ideas ya establecidas en el ajedrez... pioneros que tienen su justo sitio en la historia del ajedrez.

            Tal vez Reti era demasiado estricto e inmovilista en sus ideas, para él el plan dentro de una partida debía de nacer de un pensamiento profundo y riguroso, basado en el cumplimiento de unas normas inamovibles. En eso tal vez se equivocaba, nunca se deben cortar las alas a la imaginación, algo que Reti acotaba en sus principios. Reti no hubiese comprendido la forma de jugar de Tahl, sus sacrificios buscando algo más que una variante, buscando intimidar y desconcertar al rival. Este inmovilismo resta fuerza a las ideas de Reti, si bien demostró un gran conocimiento del juego y sus postulados sirvieron para que el ajedrez progresase. De todas formas Reti siempre confesó encontrarse más cerca de los románticos que de los posicionales (encabezados por Steinitz) y recomendaba aprender táctica a través de las partidas de Adolf Anderssen.

Richard Reti

            Reti y Tarrasch se olvidaron del componente humano dentro del ajedrez y se limitaron a analizarlo como si de una ciencia se tratase. Pero ante un tablero se sientan dos seres humanos, con sus debilidades y fortalezas. Durante una partida podrán experimentar miedo, euforia, desconfianza, nervios, y por supuesto notarán el cansancio mental y físico. Todos estos factores influyen y pueden condicionar nuestra forma de jugar, el jugador que tenga desarrollada una gran intuición se podrá aprovechar de los nervios de un rival en el apuro de tiempo o del miedo a la derrota. Tal vez el camino correcto sea asimilar ambas fórmulas. Es indispensable conocer los principios fundamentales del ajedrez para ser un jugador fuerte, pero también saber aprovechar los factores externos, lo que seguro se traducirá en más victorias.

            La  carrera  de  Reti  continuó por un camino de cierta irregularidad, una trayectoria salpicada de triunfos importantes mezclada con actuaciones algo decepcionantes. Y es que Reti tenía fama de esforzarse realmente cuando se enfrentaba a los grandes (Capablanca, Alekhine, Rubinstein...), para relajarse cuando jugaba con jugadores más modestos, lo que le restaba competitividad. Muy recordada es la partida en que derrotó a Capablanca en New York (1924), poniendo fin a la racha triunfal del cubano que no perdía una partida desde hacía 10 años. Victorias en torneos como Göteborg (1920), tal vez la más brillante de su carrera, certifican el talento de Reti. Podéis consultar su trayectoria en: (Palmarés de Reti). Tal vez nos queda la espina clavada de no haberle visto en lucha directa por el campeonato del mundo, algo que le ocurrió a otros brillantes jugadores (Rubinstein o Nimzowitsch, por ejemplo). Por sus ideas innovadoras y la fuerza de su juego tal vez se mereció esa oportunidad, pero eran tiempos donde el campeón del mundo ejercía un poder despótico desde su trono y se limitaba a escoger el rival contra el que pondría en juego su corona, algo a todas luces injusto ya que no siempre fueron los más fuertes los elegidos.

            Reti también fue un formidable jugador a la ciega, llegando a dar simultáneas contra más de 20 rivales, de hecho llegó a ostentar el record de la especialidad, consiguiendo que auténticas multitudes de aficionados acudieran a sus exhibiciones. Conozcamos más en profundidad el record que logró en Sao Paulo y de paso aprendamos cono era una de estas maratonianas y duras sesiones, todos los detalles en: (Record de Reti a la ciega).

            Tampoco podemos olvidar la capacidad de Reti para la composición de estudios artísticos, campo donde sobresalió brillantemente, sobre todo con sus composiciones sobre finales de peones o de piezas menores. Sus conocimientos sobre finales de partida eran excepcionales, con algunas ideas de su propia cosecha que hoy en día se siguen a rajatabla. Sus estudios, llenos de ideas originales, son reproducidos con deleite por jugadores y aficionados.

            Nadie puede poner en duda que Reti fue un jugador brillante, un apasionado del ajedrez que disfrutaba sentado frente a un tablero y que aportó mucho al juego. Pero no menos cierto es que jugaba con grandes restricciones impuestas por sus propias ideas, puede ser que si hubiese jugado de forma menos encorsetada su palmarés sería todavía más amplio. Creo, y es sólo mi opinión, que puso una cerca a su talento, que desde entonces se quedó preso y sólo emergió muy de vez en cuando (echen un vistazo a sus partidas y encontraran varias joyas).

            Lamentablemente, Richard Reti falleció con sólo 40 años, víctima de la escarlatina, justo cuando había entrado en una actividad febril en el tablero, participando en multitud de torneos. La fatalidad quiso que en unos meses dicha enfermedad le fuera consumiendo, terminando con uno de los grandes nombres de la historia del ajedrez.

            Terminemos con un privilegio del ajedrez, recordar a sus más antiguos jugadores a través de sus más brillantes creaciones:

Javier Cordero Fernández

(2 Octubre 2010)

  

Reti - Znosko Borovsky,  Londres  1922

Reti - Gilg,  Semmering  1926

Reti - Bogoljubow,  New York  1924

Breyer - Reti,  Bratislava  1920

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