Frank James Marshall nació el 21 de Agosto de
1877, en New York (Estados Unidos). Falleció el 9
de Noviembre de 1944, en New Jersey (Estados Unidos).
A pesar de ser norteamericano pasó su infancia en
tierras canadienses, en Montreal. Allí fue donde
aprendió a jugar al ajedrez a la temprana edad de 9 años,
enseñado por su padre Alfred. Con 16 años ya era un
jugador bastante fuerte y consiguió ganar el Campeonato
del Club de ajedrez de Montreal. Entonces llegó ese
importante momento en la vida de todo ajedrecista:
elegir entre ser jugador profesional o buscar un trabajo
más 'respetable' (en aquella época ser jugador de
ajedrez no estaba demasiado bien considerado).
Evidentemente se decantó por su gran pasión: el
ajedrez. Regresó a New York en 1895, afiliándose al
Club de ajedrez de Brooklyn. Sus éxitos no se hicieron
esperar y consiguió ganar el Cameponato junior de New
York.
Sus comienzos no fueron un camino de rosas, era
complicado alcanzar cierta relevancia en un mundo donde
había tanta competencia y tuvo que conformarse con
jugar en simultaneas para poder competir contra
maestros, como las dadas por Steinitz y Janowski, y en
otras a la ciega dadas por Pillsbury (al que logró
derrotar).
En 1899 continuó con su particular ascensión venciendo
en el Campeonato absoluto de los Estados Unidos, al
derrotar a Napier. El siguiente eslabón de la cadena
fue elevar un poco más sus miras, por lo que decidió
cruzar el charco para jugar en los torneos europeos. Su
primera aparición se produjo en el Torneo de Londres,
pero al ser un completo desconocido sólo se le permitió
jugar en el torneo "B". Como era de esperar
obtuvo la victoria con facilidad y se quedó a la espera
de una oportunidad para jugar un torneo importante. Ésta
le llegó en el torneo de París de 1900 y consiguió
sorprender a todos quedando en 3er lugar por delante de
jugadores consagrados como Chigorin, Maroczy, Burn o
Schlechter, además fue el único jugador que consiguió
ganar una partida a Lasker; pero lo que de verdad
entusiasmó al público francés fue el agresivo estilo
que mostró, lleno de sacrificios y ataques contra el
enroque rival. Los aficionados franceses le apodaron por
esto: "Le petit marechal".
En 1904 se organizó el Campeonato de Estados Unidos en
Saint Louis, se invitó a los mejores jugadores del país
y el ganador final fue Marshall. Además de dar claras
muestras de ser un excepcional jugador, también demostró
ser una gran persona ya que rechazó el título de campeón
estadounidense (medalla conmemorativa de la Federación
inclusive), el motivo fue que Harry Pillsbury (que era
el campeón oficial del país) no pudo asistir al torneo
por estar gravemente enfermo de tuberculosis y Marshall
decidió que no podía ser campeón si no había
derrotado al jugador que ostentaba ese título. Tras la
muerte de Pillsbury en 1906 la Federación le volvió a
conceder el título de campeón estadounidense, pero
Marshall lo volvió a rechazar... ya no existen
caballeros así.
Ese mismo año
consiguió una meritoria victoria en el Torneo de Cambridge-Springs,
por delante del campeón mundial Lasker.
En el mundo del ajedrez se empezó a considerar que
Marshall podía ser el aspirante perfecto para arrebatar
el título al eterno campeón del mundo. Pero Marshall
sufrió un duro revés al ser derrotado estrepitosamente
por Tarrasch en un match amistoso (8-1). Como es lógico,
surgieron muchas dudas sobre su capacidad para jugar
largos matches contra un mismo jugador y no fueron pocos
los que vaticinaron que sólo podía aspirar a ser un
gran jugador de torneos.
A pesar de esto, Marshall no podía dejar de intentar
ser campeón del mundo y lanzó un reto que Lasker no
dudo en aceptar. Como era de esperar, Lasker venció en
el match y lo hizo de forma aplastante con un tanteo
final de 11'5-3'5; Marshall jugó muy por debajo de su
nivel, fue incapaz de ganar una sola partida y terminó
totalmente desmoralizado. Marshall era temible en los
torneos, capaz de ganar a cualquier rival (incluido
Lasker), pero en los match su juego perdía parte de su
agresividad y no podía pelear contra la solidez de sus
rivales.
Tras sus
desastrosos resultados en los matches contra Tarrasch y
Lasker, Marshall trató de cambiar su estilo para ser más
sólido. Por supuesto, no lo consiguió, él era un
jugador amante del ataque y cada vez que trató de jugar
de una forma más tranquila obtuvo malos resultados. A
la vista de estos hechos no volvió a luchar por el
Campeonato del Mundo y se dedicó a jugar torneos por
todo el mundo obteniendo excelentes resultados. Como
muestra del gran nivel de Marshall tenemos dos torneos
en los que logró quedar por delante del imbatible
Capablanca: en New
York 1911 y
en La
Habana 1913.
Fue campeón de los Estados Unidos durante 27 años,
aunque sólo disputó dos matches por este título: el
primero en 1909 donde venció a Jackson Showalter por
8'5-3'5 y el segundo, en 1923, donde derrotó a Edward
Lasker por 9'5-8'5. En 1936 decidió no disputar el
torneo por el Campeonato de los Estados Unidos para
dejar paso a los jóvenes jugadores estadounidenses, en
este torneo venció Samuel Reshevsky. También ganó 4
Olimpiadas con los Estados Unidos: en 1931, 1933, 1935 y
1937.
Una demostración
del espectacular estilo de Marshall se dio en la partida
Levitsky-Marshall, jugada en Breslau en 1912. En el último
movimiento de la partida Marshall situó su Dama en una
casilla controlada por ¡¡2 peones de su rival!!, tras
esto el público se puso en pie y en medio de una
estruendosa ovación comenzó a lanzar monedas de oro en
el tablero: (Ver
partida).
En 1914, durante el Torneo de San Petersburgo, se
concedió por primera vez en la historia el título de
Gran Maestro de ajedrez. Este honor recayó en los 5
primeros clasificados del torneo: Lasker, Capablanca,
Alekhine, Tarrasch y ... Marshall. El título fue
entregado por el Zar Nicolás II.
En 1922 consiguió un hito sólo al alcance de una mente
privilegiada: batió el record mundial de partidas en
unas simultaneas, esto ocurrió en Canadá donde jugó
155 partidas, ganando 126, haciendo tablas en 21 y
perdiendo sólo 8 (durante 7 horas de juego).
La carrera profesional de Marshall finalizó en el año
1931, a partir de esa fecha solo participó como capitán
de los Estados Unidos en las Olimpiadas y jugó ajedrez
por correspondencia durante la II Guerra Mundial. Su
carrera ajedrecística duró 57 años y casi ningún día
de su vida lo pasó sin disputar al menos una partida.
De hecho Marshall contó en más de una ocasión que
dormía con un ajedrez de bolsillo al lado de la cama
por si soñaba con alguna posición o partida, así al
despertarse podía reproducirla y no perder lo que había
soñado.
Marshall ayudó a fundar instituciones donde se ayudase
a jóvenes jugadores de ajedrez. En el año 1922 creó
un club que llevó su nombre: Marshall Chess Club, en
New York, es uno de los clubes de ajedrez más famosos
del Mundo y uno de los más antiguos, todavía existe
hoy en día. Cuando Marshall falleció, en 1944, el club
pasó a ser dirigido por su mujer Caroline, con la ayuda
de su hijo Frankie estuvo regentándolo hasta 1960, año
en que tuvo que abandonar su cargo por problemas de
salud.
Frank
James Marshall, su esposa Caroline y su hijo Frank
Nos debemos quedar con sus partidas, que le convierten
en uno de los grandes jugadores de ataque de la
historia. Desde el comienzo de su carrera, hasta que
decidió abandonar la competición, su estilo de juego
fue combinativo y agresivo, manteniéndose siempre fiel
a esta filosofía. Cuando Marshall se sentaba frente al
tablero sólo le preocupaba hostigar al rey contrario,
aunque se quedase sólo con las piezas justas para dar
mate. Algunas de sus combinaciones no eran del todo
correctas y recibieron el nombre de "estafas".
Lo que Marshall pretendía con ellas era desconcertar a
su adversario, que se veía sorprendido y desorientado.
Esto, unido a la gran fama que le precedía, hacia que
sus rivales jugaran erráticamente y Marshall terminase
apuntándose la victoria.
Marshall definía su estilo de juego de la siguiente
manera: "Creo que juego tal vez como boxeaba Jack
Dempsey. Nada más sonar el gong en el primer round,
Dempsey empezaba a golpear a su adversario, y ya no le
dejaba recobrar el conocimiento".
Cuando jugaba se transformaba y buscaba la victoria
incansablemente, en posiciones de clara igualdad no
firmaba tablas y seguía luchando. Siempre solía decir:
"Cuando aprenderé que unas tablas valen más que
una derrota".
Siempre que un rival habló de él fue para alabar su
buen carácter y amabilidad, es recordado por jugar
siempre con un cigarro en la boca y por sus corbatas
excesivamente grandes.
También hizo
su aportación a la teoría de aperturas, sobre todo en
los gambitos, que como todo el mundo sabe eran las
aperturas preferidas de los jugadores románticos. Además,
fue el creador de la línea más aguda y arriesgada de
la apertura española: el ataque
Marshall, que es jugada
hoy en día por muchos GM. Podéis ver la partida donde
planteó dicha apertura por primera vez, ante el cubano
Capablanca, en la que no pudo obtener la victoria: (Capablanca
- Marshall).
Las estadísticas
de Marshall son: victorias 503, tablas 400 y
derrotas 315; con un promedio de 57'7% (el promedio se
saca de sumar victorias y tablas, y dividirlo por las
partidas totales). Podéis ver sus múltiples triunfos
en torneos en el enlace: (Ver
Palmarés).
Para dar por acabado el artículo, 4 partidas de uno de
los mejores jugadores de los Estados Unidos en toda su
historia:
Javier
Cordero Fernández
(23
Noviembre 2005) |