Hay partidas famosas que han pasado a la historia del
ajedrez, bien por su belleza u originalidad, o
simplemente por su importancia. En esta partida se
mezclan varios de estos ingredientes.
Frank
James Marshall
destacó por su capacidad creativa y su desatada
imaginación. Cuando ideó la jugada 8...d5, no creo que
imaginara la repercusión que tendría en un futuro.
Esta jugada dio lugar a una de las variante más agudas
y emocionantes de la apertura Ruy López: el ataque
Marshall.
El estadounidense quiso sorprender con esta novedad al
campeón del mundo, Capablanca, en el torneo que organizó
el Manhattan Chess Club en el año 1918. Marshall lanzó
un feroz ataque (13...Cg4 y 16...Ag4) del que Capablanca
supo zafarse con habilidad. Al final el cubano controló
la situación y remató la partida con un brillante
contraataque. Una preciosa y espectacular partida, para
dar nombre a una apertura que tendría justa fama.
Marshall volvió a utilizar esta jugada en el mismo
torneo, ante Morrison, y logró una victoria en 84
movimientos. Pero no debió de quedar muy contento con
el experimento, ya que no volvió a usarla nunca más en
toda su carrera. Por fortuna, hubo otros jugadores que
consideraron interesante esta variante y la estudiaron
en profundidad, como muchos integrantes de la escuela
soviética. Hoy en día se sigue usando y hay muchos GM
que cuentan con el ataque Marshall en su repertorio.
Sea como fuere, hay que aplaudir la valentía de
Marshall. De su mente salieron las jugadas de una nueva
apertura y se atrevió a ponerla a prueba ni más ni
menos que ante Capablanca el imbatible.
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