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Una partida, una locura

Cuadro "El grito" de Eduard Munch

Fuderer, Andrija - Puc, Stojan

Campeonato Yugoslavia, Belgrado 1948

1.e4 e5 2.Cf3 De7 3.Cc3 c6 4.Ac4 b5 5.Ab3 d6 6.0–0 a6 7.a4 Ab7 8.d4 b4 9.Ce2 h6 10.Cd2 Cd7 11.f4 Cgf6 12.Cg3 g6 13.Cc4 0–0–0 14.c3 exd4 15.Dxd4 Cc5 16.Ad1 Ce6 17.Da7 d5 18.Cb6+ Rc7 19.Ae3 Dc5 20.Af2 dxe4 21.cxb4 e3 22.bxc5 Axc5 23.a5 exf2+ 24.Rh1 h5 25.Tc1 h4 26.Txc5 hxg3 27.Txc6+ Rxc6 28.Af3+ Rb5 29.Ae2+ Rc6 30.Tc1+ Cc5 31.Txc5+ Rxc5 32.Cc8+ Rd5 33.Dxb7+ Rd4 34.Db6+ Re4 35.Af3+ Rxf4 36.Dxf6+ Re3 37.De5+ 1–0

     

Después de 26...hxg3                Después de 30...Cc5

 

         En el ajedrez, como en el resto de deportes, las situaciones más espectaculares se producen cuando los dos bandas juegan de forma osada, buscando atacar sin mirar atrás. En esta partida ambos jugadores mostraron un total desprecio por la seguridad de sus reyes, lo que dio una gran emoción al juego. Las combinaciones se sucedieron en ambos bandos y algunas fueron realmente originales. Incluso por momentos las blancas parecieron estar con el agua al cuello, pero Fuderer ideó un contraataque demoledor y de gran belleza que sirvió para controlar el pundonor de su rival. Partidas como esta son un verdadero espectáculo, aunque también sean muy complicadas de jugar por las infinitas variantes que hay que calcular.

 

 

 

 

 

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