Escribir un artículo sobre Esteban Canal no resulta una
tarea sencilla, es mucho lo que se desconoce sobre su
vida y existen varios periodos, algunos de largos años,
en los que ni siquiera se sabe en que país se
encontraba.
Ni siquiera sobre su fecha y lugar de nacimiento se
puede asegurar nada con rotundidad. Los datos oficiales
dicen que Esteban Canal nació el 19 de Abril de 1896,
en Chiclayo (Perú) y que falleció el 14 de
Febrero de 1981. Sin embargo, el propio Canal comentó
en alguna ocasión que había nacido unos días antes de
la fecha oficial y que no lo había hecho en Perú, sino
en España, en concreto en Santander. De todos modos,
nunca quiso desmentirlo ya que se sentía peruano de la
cabeza a los pies y en el país de los Incas fue donde
pasó toda su infancia.
Canal se diferencia de otros maestros de ajedrez en algo
fundamental: su estilo de vida. Canal entendía la vida
de una forma distinta a la gran mayoría, para él era
la oportunidad de acumular el máximo de experiencias
posibles, viajar, acercarse a la cultura y, sobre todo,
disfrutar. De este modo, su carrera estuvo salpicada de
años en los que no competía, preocupado por asuntos
lejanos al ajedrez.
Ese espíritu
inquieto le llevó a querer conocer otros rincones del
planeta cuando sólo tenía 14 años, por lo que decidió
viajar a Europa. Estuvo dos años en España, para luego
cruzar los Pirineos e instalarse en Francia. Sus pies
inquietos le llevaron a Alemania, donde cursó estudios
de Medicina y donde tuvo sus primeros encuentros con el
ajedrez. Aprendió a jugar a los 18 años, una edad
bastante tardía que tal vez le impidió llegar a
alcanzar un nivel más alto.
En 1923 se
desplazó a Italia y allí fue donde comenzó su carrera
ajedrecística debutando en el Torneo de Trieste, donde
fue la gran sensación al acabar en segundo lugar por
delante de Tarrasch, Yates o Asztalos.
Sus
apariciones en torneos fueron esporádicas, tal vez las
dificultades económicas le impedían poder desplazarse
a las distantes ciudades donde se jugaba. Muchos
jugadores de la época solían tener un mecenas que
patrocinaba sus participaciones, los que no lo tenían
debían conformarse con participar en muy pocos torneos.
Podéis ver el corto palmarés de Canal en el siguiente
enlace: (Ver
Palmarés).
Otro medio
de conseguir ingresos eran las sesiones de simultaneas.
Estas sesiones resultaban un buen reclamo para el público,
que acudía en masa a ver como los GM se enfrentaban a
un alto número de rivales en apenas unas horas. En una
de esas simultaneas Canal jugó la partida más
espectacular de su vida, una pequeña inmortal: (Ver
partida). Canal también
tenía una gran capacidad para jugar a la ciega (sin ver
el tablero y las fichas), llegando a dar simultaneas de
hasta 10 partidas (la mayoría no quedaron registradas,
por lo que desgraciadamente se han perdido).
Aunque en Italia
siempre mencionan a Canal como jugador italiano, éste
jugó siempre bajo bandera peruana, algo de lo que se
sentía especialmente orgulloso.
Su estilo de
juego sólo entendía de un vocablo: ATACAR. Saliéndose
de la tendencia de la época, Canal trataba de jugar un
ajedrez lleno de riesgos y bellas combinaciones. Él
definía su modo de jugar de una forma muy curiosa: "En
las partidas me tiro por la ventana y solo al final me
entero de si he caído de pie". A sus golpes tácticos
los llamaba "el veneno", eran jugadas
poco comunes que 'mataban' la posición del adversario
poco a poco. Nos ha dejado un buen número de partidas
de ataque y eso ha hecho que se gane un hueco en esta
sección de jugadores románticos.
Obtuvo el título
de MI en 1950 y el de GM en 1977 (le fue entregado de
manera honorífica a los 81 años, como un
reconocimiento a su carrera), siendo el primer peruano
en obtener tan preciado galardón.
Su vida en Europa
no fue todo lo placentera que cabía esperar. La añoranza
de su país, así como la llegada de nuevos tiempos,
sumieron en una cierta infelicidad a Esteban. Y es que
Canal compitió en dos épocas totalmente distintas:
principios de siglo y la posguerra. La primera, en la
que Canal empezó a competir, era una época de
caballeros donde ante todo se anteponía ser educado y
respetuoso. Este modo de comportarse fue cambiando con
el paso de los años, algo que Canal no pudo soportar,
sintiéndose un extraño ante las nuevas generaciones de
maestros, que no se comportaban de igual forma que sus
antecesores. Su desencanto fue en aumento con el paso de
los años, también debido a la aparición de las
federaciones, organismos que, siempre según la opinión
de Canal, no velaban por el ajedrecista sino por sus
propios intereses. Con todo esto, Canal fue desligándose
casi por completo del ajedrez.
Pero despidámonos
con un buen sabor boca, el que te queda al reproducir
estas 5 partidas repletas del 'veneno' del romántico
peruano:
Javier
Cordero Fernández
(27
Marzo 2007) |