Inicio  |  Mapa Web  |                                                                                                                              |  Partidas  |  Estudios  |  Contacto  |

Alexander Alekhine, el artista del tablero

Alekhine joven

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

          Alexander Alekhine nació el 31 de Octubre de 1892, en Moscú (Rusia). Falleció el 24 de Marzo de 1946, en Estoril (Portugal).

            Alekhine procedía de una familia perteneciente a la aristocracia rusa, algo que marcaría su destino de forma trascendental. Su madre fue la encargada de enseñarle a jugar al ajedrez cuando tenía 11 años. Al principio tuvo muchas dificultades para poder disputar partidas, ya que a esas edades le estaba prohibida la entrada en los clubes de ajedrez, por lo que se tuvo que conformar con jugar en la modalidad por correspondencia. Al asistir a la estricta Escuela Imperial Superior de Leyes para nobles, no disponía de tiempo para analizar dichas partidas, por lo que pasaba las horas de clase calculando variantes 'a la ciega', un fenomenal entrenamiento que demostraba el gran potencial del joven Alekhine.

          En 1914 se graduó e inmediatamente ingresó en el Ministerio de relaciones Exteriores. Ya hacía 7 años que participaba con regularidad en torneos de ajedrez y ese mismo año recibió el título de Gran Maestro que le fue entregado por el Zar Nicolás II. Sus primeras apariciones en torneos internacionales no levantaron excesivo revuelo, cosechando resultados discretos.

            Pronto comenzarían las penalidades que marcarían la juventud del futuro campeón del mundo. La I Guerra Mundial le sorprendió jugando un torneo en Mannheim (Alemania), donde inmediatamente fue hecho preso junto a varios compatriotas (Bogoljubow, Romanovsky o Bohatirchuk). Se sabe que durante los meses de cautiverio jugaba partidas a la ciega con sus compañeros de penurias, como la siguiente contra Bogoljubow. Tras ser liberado regresó a Rusia, donde continuaría su drama personal al verse sumergido en la Revolución de Octubre. Tras el triunfo del ejército rojo, la familia de Alekhine fue desposeída de todos sus bienes y como todos los nobles, fueron perseguidos. Alekhine fue detenido y condenado a muerte, aunque la diosa fortuna estuvo esta vez de su lado. Mientras estaba detenido un famoso personaje pasó por allí por casualidad, se trataba de Leon Trotsky, gran aficionado al ajedrez que reconoció a Alekhine e intercedió inmediatamente por él. Trotsky, uno de los grandes pensadores de la Revolución y amigo de Lenin, tenía mucha influencia, por lo que Alekhine fue liberado. El joven Alexander huyó despavorido de Rusia y su largo viaje finalizó en París, lugar donde fijó su residencia.

 

Alekhine en sus primeros años en el ajedrez

          Tras esta vida errante, de susto en susto, Alekhine pudo volver a competir y lo hizo como un verdadero ciclón, logrando la victoria en 3 importantes torneos (Triberg, Budapest y La Haya), donde se dieron cita los grandes de la época. Durante estos años se dedicó a estudiar concienzudamente el juego de Capablanca porque su obsesión era ser campeón del mundo destronando al "invencible". Algunas derrotas en varias partidas frente al cubano hicieron que perseverase en su trabajo y esperase su oportunidad con paciencia.

          En 1924 consiguió batir el record de partidas en una sesión de simultaneas a la ciega, con 26 (15 victorias, 5 tablas y 5 derrotas), superando la marca de Breyer (25). Al año siguiente volvió a batir de nuevo este record, esta vez en París y frente a rivales de más entidad, jugando 28 partidas a la vez (22 victorias, 3 tablas y 3 derrotas). Aunque fue un record efímero ya que 6 días después Richard Reti jugó 29 partidas a la vez en Sao Paulo.

 

          La fama de Alekhine crecía torneo tras torneo, sus victorias y su espectacular juego no dejaban indiferente a nadie. Por lo que Alekhine decidió que había llegado su momento y empezó a buscar patrocinadores para poder retar a Capablanca. La tarea no era nada sencilla, Capablanca había pedido unas condiciones tan difíciles de cumplir que habían sido bautizadas como 'el muro dorado', el cual consistía en reunir 10.000 dólares. Jugadores de la talla de Rubinstein o Nimzowitsch se vieron obligados a renunciar tras 'estrellarse' contra los ladrillos dorados de este muro. Sólo 3 jugadores llegaron a reunir esta suma: Alekhine, Bogoljubow y Vidmar. El resultado del torneo de New York (1927) dio a Alekhine el derecho a ser el retador y aspirar de este modo a ser campeón del mundo.

          El lugar elegido fue Buenos Aires y la fecha Septiembre de 1927. Se estipuló que resultaría vencedor el jugador que obtuviese la victoria en 6 partidas. El match levantó una gran expectación, nadie ponía en duda que se iban a enfrentar los dos jugadores más fuertes del planeta. Alexander nunca había ganado al cubano (5 derrotas y 7 tablas), pero era optimista según se puede apreciar en sus declaraciones anteriores al match: "No sé cómo podré ganar 6 partidas a Capablanca, pero tampoco sé cómo me las podrá ganar él a mí". La mayoría daba como favorito a Capablanca, invencible hasta entonces. Por ejemplo, Spielmann declaró: "Alekhine no ganará ni una partida", Bogoljubow tampoco creía en el aspirante: "El resultado será 6-3 para Capablanca". A su favor tenía a unos pocos como Emanuel Lasker, Reti o Tartakower.  Pero Alekhine se había preparado concienzudamente y su rival, con un exceso de confianza, había descuidado su entrenamiento. Al mezclar todos estos ingredientes el resultado fue que Alekhine logró imponerse por 18'5-15'5 (6 victorias, 25 tablas y 3 derrotas). Fue un match lleno de alternativas, pero en el que triunfó la mejor preparación de Alekhine. A continuación podéis ver el desarrollo de este espectacular encuentro: (Buenos Aires 1927).

          Alekhine había conseguido su gran sueño y desde su trono tomó la decisión de descansar durante un año, limitándose a dar exhibiciones por Europa y América. Privilegios de ser campeón del mundo.

          Tras esta inactividad regresó a la competición con renovadas fuerzas, logrando la victoria en varios torneos de forma aplastante. Dos años más tarde rechazó el reto de Capablanca por el trono de campeón y aceptó el de Bogoljubow, al que derrotó por 15'5-11'5 (a pesar de unos inicios bastante igualados: 8-7 en la 15ª partida). Esta decisión fue muy polémica, nadie ponía en duda que el aspirante natural debía ser Capablanca, por sus resultados y por su juego. Capablanca insistiría en varias ocasiones más y en todas ellas fue rechazado por Alekhine, algo que no deja en buen lugar al ruso-francés, que evidenció falta de coraje.

          En 1934 volvió a poner su título en juego y volvió sorprender al público al rechazar a Aaron Nimzowitsch (y por supuesto a Capablanca), que se había ganado ese derecho con su juego espectacular. El rival escogido fue otra vez Bogoljubow, al que dio facilidades económicas para que aceptase. Como era de esperar le volvió a vencer fácilmente por 15'5-10'5, permitiéndose probar nuevas variantes teóricas en alguna de las partidas.

          Alekhine perdió el título sólo un año después a manos de Euwe, cometiendo el mismo error que Capablanca, se confió y despreció a su rival (llegó a declarar: "Euwe no conseguirá ganarme ni 3 partidas"). Incluso se permitió el lujo de viajar a España poco antes del match, para dar sesiones de simultaneas. En esa época Alekhine tenía graves problemas con el alcohol, un handicap que resultó decisivo en el resultado final (minutos antes de una de las partidas del match, Alekhine fue encontrado tumbado en la hierba de un prado completamente borracho, tuvo que ser reanimado y jugó la partida en esas penosas condiciones). Tras un comienzo igualado, Alekhine empezó a acusar sus problemas físicos y Euwe consiguió superarle en las últimas partidas. El resultado final fue 15'5-14'5 (+9 -8 =13), ante el delirio de los aficionados holandeses que siguieron el match con auténtico fervor.

 

Alekhine

          Pero Alekhine nos tenía reservada una última demostración de buen ajedrez. Haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad, consiguió dejar el alcohol y el tabaco para preparar concienzudamente el nuevo match con Euwe. Los resultados fueron positivos y logró recuperar su corona perdida al vencer por 15'5-9'5 (10 ganadas, 11 tablas y 4 derrotas). Increíblemente Euwe repitió el mismo error que sus predecesores despreciando a su rival y descuidando su preparación. Todo el mundo daba a Alekhine por acabado y se apostaba por el holandés, esta victoria fue una verdadera sorpresa y Alekhine escribió una bonita página en su historia personal.

          A partir de aquí la vida de Alekhine estuvo llena de altibajos debido a varias recaídas en sus problemas con el alcohol y esto evidentemente se vio reflejado en su juego. Había épocas donde ganaba todo y vencía a sus oponentes con gran facilidad, y otras donde encadenaba una derrota tras otra.

 

          Tras su victoria ante Euwe, Alekhine declaró que había abandonado el alcohol y que se había repuesto físicamente. Sin embargo, su triunfo supuso el comienzo de su declive. Su juego ya no era el de antes, esto es indudable. Pero además, su vida empezó a verse salpicada por hechos bastante cuestionables, como su conocida relación con los nazis, algo que le costó muy caro al ser repudiado por el mundo del ajedrez. Esta época de la vida de Alekhine tiene un gran importancia para conocer su persona, un genio en el tablero con partes muy oscuras en su comportamiento, por eso he decidido elaborar un artículo aparte para tratar los últimos año de la vida de Alekhine

          A pesar de los claroscuros que salpicaron su vida, nadie puede poner en duda su talento. Alekhine fue un virtuoso del ajedrez de ataque y se puede contar entre los mejores jugadores tácticos de la historia. Nos ha dejado multitud de partidas memorables que hoy en día podemos disfrutar y que han sido incluidas en multitud de colecciones de partidas destacadas.

          Como jugador y estudioso del ajedrez tuvo una reputación intachable. Pero como persona fue un oportunista que siempre buscó posicionarse del lado del más fuerte. Ya conocemos sus cambios de rumbo durante la II Guerra Mundial, pero lo que no es tan conocido es que anteriormente había apoyado a los bolcheviques en la revolución de octubre, actitud que finalizó cuando éstos le desposeyeron de sus bienes por proceder de una familia ligada a la aristocracia... demasiadas contradicciones para una sola vida.

          Alekhine siempre fue una persona peculiar que protagonizó un sin fin de anécdotas curiosas y excentricidades varias a lo largo de su carrera. Puede conocer varias de ellas en la ficha personal que tiene en 'Ajedrez de ataque': Alexander Alekhine.

          Las estadísticas de Alekhine fueron: victorias 1219, tablas 556 y derrotas 273; promedio 73'1% (el promedio se saca de sumar victorias y tablas, y dividirlo por las partidas totales).

          Para terminar podéis consultar su palmarés en este enlace (Ver palmarés), así como disfrutar de las combinaciones creadas por una de las mentes más brillantes de la historia del ajedrez:

Javier Cordero Fernández

(29 Julio 2004)

 

Alekhine - Köhnlein,  Dusseldorf  1908

Rodzynski - Alekhine,  París  1913

Torres - Alekhine,  Sevilla  1922

Weli - Alekhine,  Lublin  1942

Alekhine - Drewitt,  Portsmouth  1923

(VER)

(VER)

(VER)

(VER)

(VER)

  


BIBLIOGRAFÍA

"Los campeones del mundo, de Steinitz a Alekhine" - Pablo Morán

"Los grandes maestros del tablero" - Richard Reti

"Ajedrez a la ciega" - Benito López Esnalola

"Agonía de un genio. A. Alekhine" - Pablo Morán

"Mis geniales predecesores I" - Gary Kasparov

"Larousse del ajedrez"

"Alekhine (222 partidas)"


 

Tu opinión es importante: Libro de visitas

© Ajedrez de ataque. Todos los derechos reservados