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Los programas se vuelven peligrosos

Imagen de los circuitos de un chip con un cielo nocturno de fondo

Levy, David - Chess 4.7

Toronto 1978

1.g3 d5 2.Ag2 e5 3.d3 Cf6 4.Cf3 Cc6 5.0–0 Ad7 6.b3 Ac5 7.Ab2 De7 8.a3 e4 9.Ce1 0–0 10.d4 Ad6 11.e3 Cg4 12.h3 Cxe3 13.fxe3 Dg5 14.g4 Dxe3+ 15.Tf2 Ag3 16.De2 Dxf2+ 17.Dxf2 Axf2+ 18.Rxf2 f5 19.gxf5 Ce7 20.c4 Txf5+ 21.Rg1 c6 22.Cc3 Th5 23.Rh2 Tf8 24.Cd1 Cg6 25.Tc1 Axh3 26.Axh3 Tf1 27.Cg2 Tf3 28.cxd5 Thxh3+ 29.Rg1 cxd5 30.Tc8+ Cf8 31.Ac3 Td3 32.Cde3 Thxe3 33.Cxe3 Txe3 34.Ab4 Tf3 35.Td8 h6 36.Txd5 Txb3 37.Td8 Tf3 38.Ta8 g5 39.d5 h5 40.d6 Rg7 41.Txa7 Tf7 42.Ta5 Rf6 43.Ac3+ Rg6 44.Te5 Tf3 45.Ab4 Tf4 46.Te7 Tf7 47.Txe4 Td7 48.Te7 h4 49.Rg2 g4 50.Rh2 b6 51.Rg2 Td8 52.a4 Cd7 53.a5 Cf6 54.axb6 Cd5 55.b7 Cxe7 56.dxe7 Th8 57.Ad6 Rf6 58.b8=D Txb8 59.Axb8 Rxe7 60.Af4 Rf6 61.Ad2 Rg6 62.Ae1 Rg5 63.Af2 Rh5 64.Ae1 ½–½

Después de 12.h3

 

           Esta partida resulta sorprendente, es la máquina la que se decide a combinar y dinamita toda la posición. Los alfiles negros están fenomenalmente colocados para apoyar un ataque contra el enroque, eso, unido a la entrada de la dama en g5, justifican de sobra el sacrificio de caballo.

           Tras las escaramuzas cercanas al rey blanco, la máquina sale con ventaja, aunque no demasiado grande. Tal vez un GM no perdonaría en una situación similar y menos tras la posición generada en la jugada 37, pero el gran defecto de los programas de la época era su flojo juego en los finales, algo que quedó demostrado en esta partida y  que sirvió a Levy para salvar una situación delicada forzando un empate.

           Las computadoras son incapaces de jugar bajo un plan de juego, algo imprescindible en un final de partida. El efecto horizonte (el número de jugadas en adelante que pueden calcular, que en esos tiempos era bastante bajo) lastraba su capacidad de juego cuando quedaban pocas piezas en el tablero.

 

 

 

 

 

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