El 25 de Enero, Ruslan Ponomariov dio unas simultaneas a
la ciega en Urretxu (Guipúzcoa). Desde hace décadas
este tipo de eventos, tan populares en el pasado, han
dejado de existir, ya que el ajedrez a la ciega es
considerada una modalidad demasiado exigente que puede
agotar la energía de un jugador. Ponomariov jugó
contra 8 rivales, ninguno de ellos titulado, y en todos
los tableros lo hizo con blancas. Se buscaron algunas
reglas que aliviasen la tarea del Gran Maestro, como
limitar el tiempo de reflexión de sus rivales a sólo
10 segundos cuando el ucraniano hubiese movido. Era la
primera vez que el ex-campeón del mundo se enfrentaba a
un reto de este tipo, por lo que las dudas iniciales se
convirtieron en nervios durante las primeras jugadas.
Ponomariov tuvo ciertos problemas al principio de la
sesión, aunque tras un pequeño receso consiguió
tranquilizarse y jugar con normalidad.
El resultado no pudo ser más positivo para Ponomariov:
pleno de victorias. Incluso se permitió combinar en la
partida que estamos tratando, lo que demuestra que supo
encontrar el equilibrio tras un comienzo tan complicado.
Para comprender la enorme dificultad de este tipo de
simultaneas podéis consultar el artículo ajedrez
a la ciega.
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