La historia del ajedrez es caprichosa y suele reservar sus mejores páginas para aquellos maestros que logran los laureles del triunfo, condenando al olvido a muchos ajedrecistas de gran talento a los que la suerte les fue esquiva. Ese es el caso de Martín de Ortueta, cuyo nombre es casi exclusivamente recordado por ser el jugador al que Sanz inmortalizó en un final que ha trascendido al paso del tiempo, sin prestar atención a sus logros en el tablero y a la belleza que supo plasmar en muchas de sus partidas.

          Cuando uno se adentra en la historia de Martín de Ortueta, buceando pacientemente y largamente en las hemerotecas, encontrará varias sorpresas. Lo primero que llama la atención son sus partidas, Ortueta era un jugador eminentemente táctico, de esa clase especial que necesitan que el caos se adueñe del tablero para sacar el mejor ajedrez que llevan dentro. De este modo, sus partidas esconden gran cantidad de jugadas brillantes y arriesgadas, mostrando una constante determinación en buscar la victoria. Lo segundo que llama la atención son sus buenos resultados en los torneos madrileños de los años 30, de hecho hubo momentos en que fue el ajedrecista más destacado de la capital, lo que le situaba entre los mejores jugadores del país.

           Sin embargo, a pesar de todos estos logros, el nombre de Ortueta es recordado casi exclusivamente por la partida que le enfrentó a Sanz en la que fue inmortalizado por su rival: Ortueta - Sanz, Madrid 1934. El final de esa partida es realmente brillante, lo suficiente para haber sepultado la figura y las partidas de Ortueta bajo su peso. Por este motivo, hoy vamos a recordar la vida y obra de Martín de Ortueta Esteban, como ajedrecista y como persona lo merece. Al tratarse de un jugador español, el artículo lo he escrito y publicado en la web "Historia del ajedrez español", el cual podéis leer a continuación:

Martín de Ortueta, talento desapercibido

           Comprobemos, para finalizar, como era el estilo de juego de Ortueta, una forma de jugar que buscaba no dar respiro al rival:

Javier Cordero Fernández

(15 Junio 2018)