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Nicolas Rossolimo, romántico en sus ratos libres

Rossolimo ante el tablero

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

          Tal vez el título del artículo esté incompleto, sería más exacto: Nicolas Rossolimo, romántico en sus ratos libres... que eran pocos. Tras conocer los casos de Planinc y Vitolinsh, dos mentes atormentadas que se vieron superadas por un mundo que les resultaba extraño, hoy vamos a adentrarnos en la vida de un hombre que supo afrontar las adversidades de la vida con gran energía y vitalidad.

          Nicolas Rossolimo nació el 28 de Febrero de 1910, en Kiev (Ucrania). Falleció el 24 de Julio de 1975, en New York (Estados Unidos).

          Rossolimo puede ser considerado el Zukertort del siglo XX (recordemos que el polaco tuvo una vida polifacética), pero en una versión más modesta, ya que Zukertort era casi un noble y Rossolimo tuvo una existencia complicada y modesta.

          Los padres de Rossolimo pertenecían a la clase media-alta rusa. Acostumbrados a una vida con ciertos lujos, la llegada de la revolución de Octubre (año 1918) trastocó esa forma de vivir drásticamente, por lo que unos años después, en 1929, la familia decidió exiliarse en dirección a París en busca de recuperar su antiguo ritmo de vida.

          Fue en París donde Rossolimo empezó a competir en torneos, obteniendo diversos triunfos (como 7 campeonatos de la ciudad, la mayoría de ellos en la década de los 30). Disputó dos match contra Tartakower y en ambos logró empatar, tras estos resultados las puertas de los torneos europeos se abrieron de par en par. Y su llegada no pudo ser más exitosa, varios triunfos y su nombre figurando siempre entre los primeros puestos le empezaron a dar una justa fama. Además, su estilo agresivo no pasaba desapercibido entre el exigente público, que recibía sus partidas con una mezcla de curiosidad y sorpresa... los románticos eran una reliquia del pasado y la aparición esporádica de jugadores de ataque siempre era bien recibida.

          Pero no crean que Rossolimo era un ajedrecista profesional, dada su precaria situación económica se vio en la necesidad de buscar diferentes trabajos para costearse sus participaciones en los torneos. Por ejemplo fue estibador en los puertos de Estambul y Marsella, un durísimo trabajo que consiste en cargar y descargar mercancías en los barcos:

Puerto lleno de mercancías

          Los resultados durante esta época fueron muy positivos y la FIDE le otorgó el título de MI en 1950 y el de GM en 1953, galardones obtenidos con todo merecimiento, echen un vistazo a su trayectoria y comprobarán que estoy en lo cierto: (Ver Palmarés). 

          Durante esa época jugaba bajo bandera francesa e incluso participó con dicho país en las olimpiadas de 1950, teniendo una destacada actuación con 9 puntos en 12 partidas. Su reputación iba creciendo y gracias a ello el nivel de los torneos a los que era invitado fue en aumento. Una de sus más brillantes actuaciones tuvo lugar en el torneo de Wijk aan Zee 1953.

           A partir de 1951 su actividad en el mundo del ajedrez empezó a disminuir, pasando a disputar unos pocos torneos al año. Su situación económica era complicada y muy a su pesar tuvo que dejar el ajedrez en un segundo plano. La situación no mejoró con el paso de los meses y Rossolimo decidió tomar una drástica solución: emigrar a los Estados Unidos, algo que ocurrió en 1953. Cruzó el Atlántico en busca de fortuna y tratando de reunir a su familia, sus padres incluidos.

           Fue el comienzo de una difícil época para Rossolimo, con la necesidad imperiosa de mantener a su familia  tuvo que dejar su querido ajedrez aparcado ante la imposibilidad de poder acudir a torneos. Tiempos duros en una tierra desconocida que marcaron a fuego el carácter de nuestros protagonista.

 

Taxi de New York

           Rossolimo tuvo que volver a los muelles a cambio de unos dólares, como él mismo reconoció ésta fue la experiencia más dura de su vida, aunque seguro que también sirvió para fortalecer su carácter, algo que más tarde trasladó al ajedrez. Esto no duró mucho y Nicolas tuvo que buscarse el sustento en diferentes oficios. Camarero, botones, cantante, músico o taxista, cualquier cosa que diese dinero resultaba atractiva.

           Es fácil imaginárselo calculando variantes mientras hacía que su taxi amarillo se deslizase a través del laberinto de calles de New York, una vida curiosa y sin respiro, incompatible con la práctica del ajedrez, que era  la actividad que más hubiese deseado practicar.

           Las comparaciones con la 'leyenda' de Zukertort son inevitables. Rossolimo también hablaba varios idiomas, en concreto 5. También logró ser cinturón negro de judo y era un virtuoso del acordeón.

 

          Parece que el lado artístico no lo utilizó sólo en el tablero, Rossolimo también fue cantante y llegó a publicar un disco con canciones en ruso, francés e inglés; el dibujo de la carátula del disco fue diseñado por el pintor Marcel Duchamp, un gran aficionado al ajedrez y amigo de Rossolimo. Una vida repleta de contenido, lo cual tiene un mérito enorme ya que las dificultades se fueron sucediendo y las penurias económicas siempre estuvieron presentes.

          Rossolimo nunca consiguió una posición lo suficientemente desahogada como para poder volver al ajedrez de forma profesional, tenía demasiadas personas a su cargo y por ello el mundo del ajedrez no pudo hacer otra cosa que lamentarse al perder a otro jugador talentoso.

          Sus esporádicos regresos a los torneos de ajedrez no estuvieron acompañados del éxito, su juego había decaído por la falta de actividad y jamás se recuperaría. Además, su estilo había cambiado, una vida tan dura no sólo curte tu carácter, sino que cambia tu manera de comportarte, algo que se vio reflejado en su ajedrez. Rossolimo era un jugador de ataque puro, imaginativo, creador de jugadas que barrían el tablero como si de un terremoto se tratase. Pero en Estados Unidos todo cambió, se volvió un jugador más precavido, más preocupado de la victoria, algo lógico con semejantes antecedentes.

          Nuevo país y nueva bandera bajo la cual competir. Rossolimo participó en las olimpiadas de1958 con la selección estadounidense y como jugador de este país competiría hasta el fin de sus días.

          Llegó a crear una academia de ajedrez en New York, "Rossolimo Chess Studio", en cuya ventana aparecía la posición de la partida en que logró entablar con el campeón del mundo Mikhail Botvinnik. Allí Nicolas se convirtió en entrenador de ajedrez, un nuevo oficio que sumar a una larga lista.

          También se le atribuye la creación de la modalidad que luego se llamó Ramdon Fischer, parece ser que Fischer tomó la idea de Rossolimo y la perfeccionó cambiando varias reglas que hacían el juego más dinámico. Hay que recordar al lector que esta modalidad se juega con cambios en la posición inicial: los peones se sitúan de igual forma, pero la colocación del resto de piezas es aleatoria y se decide mediante sorteo antes del comienzo de la partida.

 

Rossolimo moviendo pieza

           En 1955 comenzó a ver las ventajas de haber cruzado el gran charco, obtuvo el triunfo en el US Open y como premio recibió un coche a estrenar. Pero esto fue sólo un espejismo, su inactividad fue en aumento y cada vez se fue alejando más del tablero.

           Dicha falta de actividad le pasó factura, apenas le llegaban invitaciones para torneos y la FIDE le llegó a considerar como jugador inactivo, algo que molestó especialmente a Rossolimo. Es difícil poder reactivar una carrera cuando ni siquiera puedes llegar a competir. Sus protestas no fueron escuchadas por la FIDE y poco a poco Rossolimo fue quedando en el olvido... si echan un vistazo a la calidad de sus partidas comprenderán lo triste de esta situación.

 

          También reivindicó que se hiciese una recopilación de sus partidas en forma de libro, algo que también le fue negado. Parece que la FIDE no trató correctamente a este jugador, pero como ya he comentado con anterioridad el ajedrez tiene una característica especial: sus partidas, las cuales pueden ser anotadas y almacenadas con facilidad, por lo que cualquiera, pasados los años, podrá rescatarlas y a través de ellas recordar el talento olvidado de cualquier jugador. Esto ha ocurrido con Rossolimo, ya que varias de sus partidas han sido incluidas en la literatura ajedrecística, recordando así sus brillantes combinaciones y de este modo haciéndolas imperecederas. Veamos una auténtica joya producida por Rossolimo en una sesión de simultaneas, muy ilustrativa del gran talento que atesoraba este jugador:

Rossolimo - N. N.

París 1944

Ver diagrama en texto

1.Txf5 exf5 2.Dxh6+ Rxh6 3.Th1+ Rg6 4.Rf4 De6 5.Th8 1-0

          El fin de la historia de Rossolimo fue inesperado y extraño, falleció al caerse por las escaleras de entrada a su casa. Un asunto desgraciado y confuso, hay una versión que dice que fue empujado por dos asaltantes, pero otra dice que Rossolimo era aficionado a la bebida y se encontraba borracho ese día. 

          Mejor recordémosle como uno de los pocos jugadores románticos del siglo XX, porque él así se consideraba, no le importaba demasiado el resultado del torneo y disfrutaba creando belleza en el tablero. Esa manera de encarar una partida, e incluso la vida, nos revela a un artista capaz de ver más allá de lo material. Por eso hoy, desde estas líneas, quiero rendirle este pequeño homenaje.

          Lleguemos al fin con 4 partidas, la última de ellas, frente a Reissman, es una obra de arte que tal vez merecería algo más de reconocimiento:

Javier Cordero Fernández

(8 Febrero 2010)

 

Rossolimo - Muhring,  Hastings  1948

Rossolimo - O'Kelly,  Oldenburgo  1949

Rossolimo - Ojanen,  T. Teplice  1949

Rossolimo - Reissman,  Puerto Rico  1967

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