Había
llegado el momento de unificar los dos títulos de campeón
del mundo de ajedrez y terminar así con un episodio
bochornoso, que sólo sirvió para desunir y para
sembrar la confusión.
Topalov
había ganado su derecho a este match en un duro torneo
y lo había hecho de manera firme y contundente.
Vladimir Kramnik acudía al encuentro como campeón del
mundo de la PCA (federación creada por Gary Kasparov y
que funcionaba aparte de la FIDE), pero lo hizo de una
forma ilegítima. Si, Kramnik fue un campeón del mundo
totalmente ilegítimo y lo fue porque perdió el match
de candidatos con Alexei Shirov. Veamos los resultados
del match que daba derecho a enfrentarse a Kasparov por
el título de campeón:
|
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
Total |
Alexei Shirov |
½ |
½ |
½ |
1 |
½ |
½ |
½ |
½ |
1 |
5'5 |
Vladimir Kramnik |
½ |
½ |
½ |
0 |
½ |
½ |
½ |
½ |
0 |
3'5 |
Parece
claro que Kasparov esperaba y deseaba que su rival fuese
Kramnik, ya que desde un primer momento empezó a poner
trabas a la celebración del match con Shirov. Al final
el letón se hartó y decidió romper las negociaciones,
que curiosamente fueron rápidas y sencillas con Kramnik.
Una verdadera vergüenza que dio la impresión de ser
una maniobra para incluir a Kramnik en la bochornosa
reunificación del título y que fue conocida como 'El
timo de Cazorla'.
Pero
centrémonos en el match por el campeonato del mundo.
Una vez más se volvían a enfrentar dos maneras
opuestas de entender el ajedrez: Kramnik, sólido y poco
amante de correr riesgos, pero extremadamente peligroso
en encuentros de varias partidas; Topalov, jugador de
ataque, capaz de crear belleza en un tablero y siempre
dispuesto a pasar a la ofensiva. Kramnik golpeó primero
y se apuntó los dos primeros envites, la partida que
abrió el match fue típica del estilo del ruso: pequeña
ventaja de un peón explotada al máximo; en la segunda
Topalov jugó un ajedrez agresivo, pero insuficiente
para obtener siquiera unas tablas. Las dos siguientes
fueron tablas, con un juego muy exacto de Kramnik, que
resistió sin problemas los ataques de Topalov.
Y
en la quinta partida llegó la gran polémica. En la
cuarta partida Kramnik acudió 50 veces al cuarto de baño
que tenía asignado, esto levantó sospechas y el equipo
de Topalov (con Silvio Danailov a la cabeza) denunció
que su rival acudía al wc para recibir las jugadas a
través de algún artilugio electrónico. Esta acusación
estaba basada en que en el único lugar donde no había
cámaras era en los cuartos de baño. Kramnik respondió
que simplemente utilizaba el cuarto de baño para
ampliar el recorrido de sus paseos entre jugada y
jugada. La organización dio luz verde a la reclamación
del equipo de Topalov y se habilitaron nuevos cuartos de
baño para ambos jugadores. Ante esta resolución
Kramnik se mostró indignado y decidió no acudir a la
quinta partida, que se le dio como perdida. Una vez
finalizado el match, Kramnik desveló que acudía con
tanta asiduidad al cuarto de baño para poder fumar sin
ser visto por su equipo. La verdad es que resulta
imposible conocer la verdad sobre estos hechos, la única
conclusión que se puede sacar es que fueron vergonzosos
para el mundo del ajedrez, que apareció en todos los
medios de comunicación y una vez más por razones que
no dejaban en buen lugar a nuestro juego.
El
encuentro se reanudó en la sexta partida, con dos
tablas seguidas y luego con dos victorias de Topalov,
que en ese momento se estaba mostrando superior. De
nuevo nos encontramos dos versiones de los hechos: el
equipo de Kramnik adujo que se había desestabilizado a
su jugador con la invención de la historia del retrete
y que lo habían hecho como medida desesperada para
frenar la racha victoriosa de Kramnik; el equipo de
Topalov, por contra, creía que sin ayudas del exterior
Kramnik había bajado su rendimiento. Con todo esto el
resultado era de 5-4 a favor del búlgaro. Pero en la
siguiente partida se volvió a repetir un patrón
anterior: Topalov jugó de forma brillante, pero no
consiguió rematar y acabó perdiendo. El marcador volvía
a estar empatado y así finalizaría tras las dos últimas
tablas. (Ver
tabla).
El
reglamento dictaba que el título, en caso de empate, se
decidiría con 4 partidas rápidas. La tensión era máxima
y la incertidumbre planeaba sobre el tablero... y más
tras las 3 primeras partidas: una victoria para cada uno
y unas tablas. Topalov y Kramnik se iban a jugar un título
de campeón del mundo en una sola partida rápida... y
el ruso se llevó el gato al agua jugando una partida
propia de su estilo posicional. Kramnik se convertía de
esa forma en el único campeón del mundo de ajedrez.
Las
relaciones entre ambos jugadores en la actualidad están
completamente rotas, ni siquiera se saludan cuando
juegan una partida, incumpliendo la norma de educación
más elemental cuando alguien se sienta ante un tablero
de ajedrez. La conclusión que se puede sacar es que
este match hizo más daño que bien a la imagen del
ajedrez, levantando sospechas futuras sobre cualquier
jugador que destaque en sus resultados. |