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Savielly Tartakower, algo más que ajedrez

Tartakower

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

            Savielly Tartakower nació en Rostov (Rusia), el 21 de Febrero de 1887. Falleció el 5 de Febrero de 1956, en París (Francia).

            Como muchos contemporáneos suyos, Tartakower tuvo una vida errante. De origen ruso, pasó a vivir en el estado austro-húngaro hasta el final de la I Guerra Mundial. Tras la guerra emigró a Polonia, tomando esa bandera como la suya, para terminar sus días jugando bajo bandera francesa. Cuatro nacionalidades para una sola vida son demasiadas, pero en esa época huir de un país era algo normal debido a las frecuentes guerras que asolaban Europa.

            Pasó su infancia en su ciudad natal, allí fue donde completó sus primeros estudios. Más tarde cursó estudios superiores de Leyes en la ciudad de Ginebra, para terminar licenciándose en Viena. Fue en esta última ciudad donde comenzó a practicar con regularidad el juego ciencia. En la década anterior a la I Guerra Mundial Viena era La Meca del ajedrez, allí se daban cita los mejores jugadores de Europa y las jóvenes promesas intentaban demostrar su talento para buscar un sitio en los torneos internacionales. Uno de esos jóvenes era nuestro protagonista, que supo aprovechar un ambiente tan propicio para poder mejorar.

            En 1906, con sólo 19 años, consiguió vencer en la Liga Alemana (Nuremberg) por delante de 50 rivales, este resultado le abrió las puertas de los torneos internacionales. Su tercer puesto en el torneo de Viena (primer torneo importante que jugaba) fue toda una sorpresa y por ello se le auguró un futuro prometedor. Esta progresión meteórica se vio frenada en sus siguientes actuaciones, donde no logró cuajar buenas actuaciones.

 

Caricatura de Tartakower

            No fue hasta después de la guerra cuando Tartakower consiguió demostrar su verdadero nivel, comenzando a aparecer en la parte alta de las clasificaciones y además lo hizo mostrando un brillante estilo ofensivo. Esa forma de jugar era del agrado de los aficionados, que añoraban las partidas espectaculares de la pasada época romántica. 

             El mundo de los torneos es duro y despiadado con los novatos, Tartakower lo pudo comprobar en primera persona, pero poco a poco fue adquiriendo experiencia hasta llegar a su cima como jugador. A partir del año 1923 empieza a ganar torneos con asiduidad y en los que no vence cosecha buenos resultados. Estas buenas actuaciones se prolongaron hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, tras la gran guerra su juego y resultados decaen. Como gran enamorado del ajedrez que era  estuvo jugando hasta un año antes de su fallecimiento. Podéis consultar sus mejores resultados en: (Ver Palmarés).

 

            Tartakower fue todo un pionero, no sólo por su concepción del juego, sino por su forma de prepararse. Y es que Savielly optó por una preparación basada en la participación en el máximo número de torneos posible, es decir, buscaba un estado óptimo de forma a través de la disputa de un gran número de partidas de torneo. Esto fue muy novedoso en aquella época, tiempos en los que los maestros se preparaban en el calor del hogar estudiando cualquier novedad que apareciera publicada. Con posterioridad muchos jugadores adoptaron esta forma tan dinámica de prepararse, como por ejemplo, Bronstein, Tahl o Stein.

            Durante la II Guerra Mundial combatió en las filas del ejército francés, en concreto en la Resistencia que luchó contra la ocupación nazi de Francia. Era conocido con el pseudónimo de "Teniente Cartier", que era el nombre clave que utilizaba en sus operaciones, en varias de las cuales se lanzó en paracaídas tras las líneas enemigas. Podéis conocer más sobre la historia del teniente Cartier en otro artículo publicado en 'Ajedrez de ataque'.

            Su contribución al ajedrez no se basó sólo en sus apariciones ante el tablero, escribió varios libros, destacando una cartilla de aprendizaje que ha sido utilizada por miles de ajedrecistas franceses. También destacó como cronista de torneos en revistas y periódicos, de hecho es considerado el mejor periodista de ajedrez del Siglo, por esto Tartakower se bautizó, en tono jocoso, como "El campeón del mundo de los periodistas". También hizo su aportación a la teoría de aperturas, muy famosa es la apertura catalana que fue ideada por Tartakower tras prometer a los organizadores de un torneo celebrado en Barcelona que idearía una apertura durante la competición. Además también fue el creador de la original apertura orangután (1.b4).

            Tartakower no jugaba las aperturas más utilizadas en su época, su repertorio estaba compuesto por aperturas consideradas más débiles, en las que trataba de profundizar y encontrar nuevos caminos. Gracias a esto logró volver a poner de moda varias aperturas que se jugaban en el Siglo XIX. Su estilo era típico de la escuela hipermoderna, los jugadores adscritos a esta tendencia querían romper con los dogmas clásicos del juego posicional en la búsqueda de un estilo más alegre. Aunque no eran tan osados como los románticos, trataban de rematar sus partidas con brillantes sacrificios de pieza y gracias a ello nos han dejado multitud de obras de arte. Tartakower se asemejaba totalmente a este perfil, dominaba el juego posicional, pero siempre que podía realizaba algún sacrificio de pieza.

Tartakower con Paul Keres            Tatakower en su época de soldado

             También fue maestro de grandes jugadores (entre ellos sobresale Miguel Najdorf), su amable carácter le llevó a tomar a algunos jugadores jóvenes como sus discípulos, enseñándoles muchos detalles que sólo se aprenden tras una vida llena de experiencias. Podéis ver un par de consejos que le dio a Miguel Najdorf, la verdad es que no tienen desperdicio: (Como enseñaba Tartakower).

            Pero Tartakower no sólo se dedicó al ajedrez (de ahí el título de este artículo), aparte de los libros de ajedrez también contribuyó a la literatura escribiendo sobre cine y traduciendo poesía rusa al alemán y al francés. Richard Reti, en su libro "Los grandes maestros del tablero", dedica unas bonitas palabras a Tartakower:

        - "Su brillante inteligencia halla expresión en aforismos y paradojas. Al pronto hay dudas de que todo esto sea artificial, pero al fin se comprueba la verdadera mentalidad de Tartakower, que hace difícil aprender el fundamento real de sus éxitos. Hay que encontrarlos en su admirable capacidad para el trabajo y en una infatigable investigación de la verdad, con la cual vence un escepticismo innato que irrumpe una y otra vez".

             Durante el final de su carrera siguió conservando su espíritu romántico jugando partidas tan bellas como esta: (Ver partida), disputada a la tierna edad de 68 años. Un precioso sacrificio de torre lleno de precisión, algo impensable para un hombre de esa edad.

            Las estadísticas de Tartakower en partidas oficiales son: victorias 424, tablas 434 y derrotas 205; con un promedio de 60'3% (el promedio se saca de sumar victorias y tablas, y dividirlo por las partidas totales).

            Como no podía ser de otra forma llegamos al fin con unas partidas del campeón del mundo de los periodistas:

Javier Cordero Fernández

(25 Octubre 2006)

 

Tartakower - Vidmar,  Viena  1905

Tartakower - Schlechter,  San Petersburgo  1909

Tartakower - Crepeaux,  Ghent  1926

Tartakower - Rubinstein,  Moscú  1925

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BIBLIOGRAFÍA

"Los grandes maestros del tablero" - Richard Reti

"Enciclopedia de ajedrez" - Harry Golombek

"Larousse del ajedrez"


 

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