Tartakower
fue todo un pionero, no sólo por su concepción del
juego, sino por su forma de prepararse. Y es que
Savielly optó por una preparación basada en la
participación en el máximo número de torneos posible,
es decir, buscaba un estado óptimo de forma a través
de la disputa de un gran número de partidas de torneo.
Esto fue muy novedoso en aquella época, tiempos en los
que los maestros se preparaban en el calor del hogar
estudiando cualquier novedad que apareciera publicada.
Con posterioridad muchos jugadores adoptaron esta forma
tan dinámica de prepararse, como por ejemplo, Bronstein,
Tahl o Stein.
Durante
la II Guerra Mundial combatió en las filas del ejército
francés, en concreto en la Resistencia que luchó
contra la ocupación nazi de Francia. Era conocido con
el pseudónimo de "Teniente Cartier", que era
el nombre clave que utilizaba en sus operaciones, en
varias de las cuales se lanzó en paracaídas tras las líneas
enemigas. Podéis conocer más sobre la historia del
teniente Cartier en otro
artículo publicado en 'Ajedrez de
ataque'.
Su
contribución al ajedrez no se basó sólo en sus
apariciones ante el tablero, escribió varios libros,
destacando una cartilla de aprendizaje que ha sido
utilizada por miles de ajedrecistas franceses. También
destacó como cronista de torneos en revistas y periódicos,
de hecho es considerado el mejor periodista de ajedrez
del Siglo, por esto Tartakower se bautizó, en tono
jocoso, como "El campeón del mundo de los
periodistas". También hizo su aportación a la
teoría de aperturas, muy famosa es la apertura catalana
que fue ideada por Tartakower tras prometer a los
organizadores de un torneo celebrado en Barcelona que
idearía una apertura durante la competición. Además
también fue el creador de la original apertura orangután
(1.b4).
Tartakower
no jugaba las aperturas más utilizadas en su época, su
repertorio estaba compuesto por aperturas consideradas más
débiles, en las que trataba de profundizar y encontrar
nuevos caminos. Gracias a esto logró volver a poner de
moda varias aperturas que se jugaban en el Siglo XIX. Su
estilo era típico de la escuela hipermoderna, los
jugadores adscritos a esta tendencia querían romper con
los dogmas clásicos del juego posicional en la búsqueda
de un estilo más alegre. Aunque no eran tan osados como
los románticos, trataban de rematar sus partidas con
brillantes sacrificios de pieza y gracias a ello nos han
dejado multitud de obras de arte. Tartakower se
asemejaba totalmente a este perfil, dominaba el juego
posicional, pero siempre que podía realizaba algún
sacrificio de pieza.
También fue
maestro de grandes jugadores (entre ellos sobresale
Miguel Najdorf), su amable carácter le llevó a tomar a
algunos jugadores jóvenes como sus discípulos, enseñándoles
muchos detalles que sólo se aprenden tras una vida
llena de experiencias. Podéis ver un par de consejos
que le dio a Miguel Najdorf, la verdad es que no tienen
desperdicio: (Como
enseñaba Tartakower).
Pero
Tartakower no sólo se dedicó al ajedrez (de ahí el título
de este artículo), aparte de los libros de ajedrez
también contribuyó a la literatura escribiendo sobre
cine y traduciendo poesía rusa al alemán y al francés.
Richard Reti, en su libro "Los grandes maestros
del tablero", dedica unas bonitas palabras a
Tartakower:
- "Su brillante inteligencia halla expresión en
aforismos y paradojas. Al pronto hay dudas de que todo
esto sea artificial, pero al fin se comprueba la
verdadera mentalidad de Tartakower, que hace difícil
aprender el fundamento real de sus éxitos. Hay que
encontrarlos en su admirable capacidad para el trabajo y
en una infatigable investigación de la verdad, con la
cual vence un escepticismo innato que irrumpe una y otra
vez".
Durante el
final de su carrera siguió conservando su espíritu romántico
jugando partidas tan bellas como esta: (Ver
partida),
disputada a la tierna edad de 68 años.
Un precioso sacrificio de torre lleno de precisión,
algo impensable para un hombre de esa edad.
Las
estadísticas de Tartakower en partidas oficiales son:
victorias 424, tablas 434 y derrotas 205; con un
promedio de 60'3% (el promedio se saca de sumar
victorias y tablas, y dividirlo por las partidas
totales).
Como
no podía ser de otra forma llegamos al fin con unas
partidas del campeón del mundo de los periodistas:
Javier
Cordero Fernández
(25
Octubre 2006) |