En 1959 Tahl estaba en el momento de mayor esplendor de su
carrera. Había triunfado de forma brillante en el Interzonal
y estaba repitiendo actuación en el torneo de candidatos. Un
año después alcanzaría la complicada y escarpada cima del
ajedrez al derrotar a Botvinnik y convertirse en CAMPEÓN DEL
MUNDO. En Yugoslavia dio una muestra de su desbordante talento
jugando partidas inolvidables, Smyslov fue inmortalizado en
dos ocasiones (fue un torneo a cuádruple vuelta): la que
pueden ver un poco más arriba y la correspondiente a la segunda
vuelta.
Tahl entregó una pieza pronto, muy a su estilo, sin un objetivo concreto.
Tras el sacrificio todos los ojos se dirigieron a la partida, muchos opinaban que
las blancas estaban perdidas porque el sacrificio no conducía a nada... pero
Tahl tenía la iniciativa y eso solía ser sinónimo de miedo
en los ojos de su rival. Misha no aflojó el ritmo en ningún
momento y la gran sorpresa llegó cuando dejó
una torre al alcance del rival en la jugada 41. Smyslov se quedó pensativo y
rápidamente se dio cuenta de que no tenía escapatoria
posible, por lo que abandonó. El público empezó a aplaudir y a gritar "¡Misha,
Misha!". Cuando el ruido se calmó, todavía se oyó un comentario en voz baja: "Sólo Tahl es capaz de hacer eso".
Y es que esa entrega de caballo lleva el 'sello Tahl'. Una
maniobra de este tipo es impensable hoy en día, el juego de
los profesionales está demasiado influenciado por los
programas, lo que supone un fuerte freno a la creatividad.
Puede que si a algún
jugador actual se le pasase por la cabeza un sacrificio como el de la
partida su reacción sería: "Uhm,
después de la jugada 23 la valoración es de -2'07, una
jugada inadmisible". El ajedrez de Tahl no se puede
mirar desde cualquier prisma, siempre hay que tener en
cuenta que no concebía una partida donde no hubiese el
máximo de complicaciones, por lo que muchas de sus jugadas
estaban encaminadas a ese fin... sólo su sistema nervioso
podía aguantar la tensión que genera esta forma de jugar,
siempre viendo más allá que el rival y creando jugadas
imposibles y rebosantes de imaginación. |