Sorpresas
te da la vida
En Málaga había un aficionado al ajedrez de gran fuerza,
pero que no participaba en torneos ni campeonatos,
simplemente se limitaba a jugar en su club, donde solía
salir victorioso en sus partidas. Y no había nada en el
ajedrez malagueño que no llegase a oídos de Eleazar
Pereiro, al que un amigo le contó la historia de este
curioso aficionado y le retó a que acudiese a su club y
comprobase su fuerza en vivo y en directo.
Eleazar no pudo resistir la tentación de conocer a esta
persona y una tarde se presentó en el mencionado club.
Rápidamente localizó a su laureado rival, pidiéndole
humildemente si podía jugar contra él. La primera
partida fue ganada con rapidez por Pereiro, a lo que
siguieron otras dos cómodas victorias de nuestro
protagonista. El aficionado se encontraba consternado y
con cara de incredulidad comentó: "No sé que me
ocurre hoy, nada me sale bien, y eso que juego
habitualmente con Pereiro y le suelo ganar". A lo
que Pereiro, conteniendo la risa, contestó: "¿Está
usted seguro?". Su rival no titubeó ni un
segundo: "Lo que le digo". Acto seguido
Pereiro, reflejando gran tranquilidad en su rostro, le dio
su tarjeta de visita a su oponente, cuya cara mudó a una
expresión de estupor total.
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