Alessandro
Salvio nació en el año 1570, en Nápoles (Italia).
Falleció en el año 1640.
Salvio provenía de una familia adinerada, como el resto
de los jugadores errantes salvo Leonardo, lo que le
permitió estudiar y llevar una vida rodeado de cultura,
ajedrez inclusive. Estudió leyes en su ciudad natal,
pero sus mayores ingresos siempre provinieron del
ajedrez. A diferencia de sus compatriotas, Salvio apenas
viajó fuera de Italia, aunque si tuvo una vida
interesante dedicada a la práctica y difusión del
ajedrez.
Sabemos que el ajedrez era uno de los pasatiempos
favoritos de los nobles europeos, algo que también
ocurría entre la nobleza italiana. Los nobles italianos
también ponían bajo su protección a los mejores
jugadores a cambio de verles jugar en sus palacios,
aunque echando un vistazo a las andanzas de los
jugadores italianos parece que en otros países los
ajedrecistas podían hacer mayor fortuna que en Italia.
En la época de Salvio el ajedrez estaba empezando a
llegar al pueblo y por tanto dejó de ser un privilegio
exclusivo de las clases altas. Se crearon lugares de
reunión para jugar al ajedrez, que fueron llamados academias,
donde se jugaba cruzando fuertes apuestas de por medio.
Estos lugares fueron frecuentados por los ajedrecistas más
fuertes, que buscaban enriquecerse con sus victorias.
Salvio jugaba en la academia más famosa de Nápoles: la
casa del juez Alessandro Rovito. Gracias a estas
academias el nivel de los aficionados fue en aumento,
por lo que los ajedrecistas 'de siempre', que eran minoría,
se vieron obligados a prepararse con más intensidad,
sobre todo en la limitada teoría de aperturas de la época.
Esto influyó en los nuevos libros que fueron
publicados, que cada vez incluían más estudios sobre
teoría.
Salvio escribió un libro, "Trattato
dell'inventione et arte liberale del gioco di schacchi",
que vio la luz en 1604. Es curioso que Salvio eligiese
un título prácticamente igual al utilizado por Ruy López
en su libro, aunque ambos escritos poco tienen que ver.
El libro de Salvio era de temática más variada que el
resto de publicaciones que habían visto la luz con
anterioridad, contaba con una completa recopilación de
partidas, suyas y de otros jugadores de la época, análisis
sobre aperturas y numerosos comentarios sobre jugadores.
De hecho gracias a este libro conocemos muchos dato
sobre la vida de Leonardo, de Boi, o lo que aconteció
en el torneo de Madrid. El libro también incluía
problemas sobre finales, la mayoría creados por el
autor.
Salvio también fue famoso por su habilidad para jugar a
la ciega, lo que le granjeó una gran popularidad.
Precedido por su fama, entró al servicio de distintos
nobles, lo que le impidió tener una residencia fija,
repitiendo de este modo la vida nómada de los jugadores
errantes italianos. Esta vida, algo inestable, le
permitió amasar una gran fortuna dedicándose a lo que
más le gustaba en este mundo.
Consiguió derrotar a Paolo Boi, lo que le dio gran
notoriedad, aunque este triunfo no fue tan meritorio
como pueda parecer ya que Boi era un anciano de 70 años
cuando se disputó la partida. De todas formas los críticos
fueron unánimes, tras la muerte de Paolo Boi,
Alessandro Salvio se convirtió en el jugador más
fuerte de Europa y por ende del mundo.
Salvio fue un enamorado del ajedrez y se preocupó por
mostrar su parte más bella y artística, así como de
difundirlo a la mayor parte de la sociedad. En el
tablero consiguió ser el mejor, digno sucesor de los
aventureros que le precedieron, y con la pluma escribió
obras que ayudaron a mejorar su juego a muchos
aficionados y dieron a conocer la vida de los
ajedrecistas más célebres de la época. Fue el primer
gran divulgador del ajedrez, tarea que fue continuada
por muchos otros y que hoy en día sigue latente, sobre
todo a través de internet.
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