Parece que el nivel de desarrollo de las computadoras no conoce límite. La aparición de las máquinas en el mundo del ajedrez ha sido beneficiosa, aunque sólo en algunos aspectos. También han supuesto un retroceso en cuanto al desarrollo de la imaginación y el talento.

          Estos adelantos han sido de gran importancia para la ciencia, como ya vaticinó Botvinnik: "Cuando una computadora gane una partida a un gran maestro, será algo comparable a cuando el hombre descubrió el fuego".

          Tal vez dentro de unas décadas se llegue a límites donde las máquinas realicen la partida perfecta. Se podría producir la siguiente situación que se parodió en la serie de dibujos animados 'Futuruma': La historia se desarrolla en la Universidad de Marte, en el año 3000, donde existía una hermandad de robots. Los protagonistas de la serie entran en esa hermandad y ven a dos robots (Aceitoso y Gordobot) jugando una partida de ajedrez (los podéis ver en la foto), justo en el momento de comenzar la partida y sin haber movido ficha alguna. El robot que mueve las blancas dice "Jaque mate en 143 movimientos", el robot que conducía las negras respondió: "¡¡Porras!!, ¡¡porras!!, me ganas otra vez". ¿Quién sabe si se podrá llegar a esta esperpéntica situación...?

          En esta nueva entrega, Rybka vuelve a realizar un sacrificio imprevisto que le lleva a tener un ataque limpio y claro. Simplemente aprovecha el mejor desarrollo de sus piezas y la falta de efectivos en el enroque de las negras. Seis jugadas después la computadora romántica se alzaba con la victoria: