He vuelto a encontrar otra partida de ataque de esta computadora diabólica. Empiezo a pensar que es como esos antiguos autómatas que tienen algún truco que nadie puede ver. La versión más 'lógica' es que tiene conexión directa con el cielo y Bronstein y Tahl le transmiten las jugadas.

          No es que realice un pequeño sacrificio de pieza para tener un buen ataque, directamente asola la defensa de su rival hasta los cimientos a base de ir entregando pieza tras pieza. Esta forma de jugar es completamente extraña para una computadora, pero parece claro que este programa puede ver combinaciones que sus rivales de silicio ni pueden intuir.