Kasparov aceptó un reto peculiar allá por el año
1985: dar una sesión de simultaneas ante 15
computadoras diferentes, para un total de 32 partidas.
Entre dichas computadoras se encontraba la campeona del
mundo, Mephisto, pero Kasparov no tuvo el más mínimo
problema: 32 victorias.
Esta partida es muy representativa de la falta de
previsión de los programas de aquella época y de su
nula comprensión del juego táctico. Es evidente que la
jugada 21.Axg7 derriba de un sólo golpe la fortaleza
del rey negro y como no hay ningún soldado para
defenderla Kasparov puede atacar a placer. El resto es
coser y cantar.
La pobre Turbostar 432 fue fundida por un ogro que
jugaba al ajedrez, por el momento los programadores tenían
mucho trabajo por delante si querían que una
computadora derrotara al ser humano... |