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Me encanta encontrar partidas nuevas y desconocidas, y
las de programas de ajedrez siempre resultan curiosas,
ya que nos permiten apreciar su progreso a lo largo de
la historia. Como vemos, en los años 70 todavía
quedaba mucho trabajo por delante, hasta Karpov se reía
en sus narices combinando, algo que no era muy habitual
en él, ni en esa época ni en ninguna otra de su
carrera.
En la posición del diagrama podemos apreciar la falta
de previsión de los antiguos programas de ajedrez. A
pesar de tener su enroque destrozado, tras la jugada 16,
el programa no ha tomado ninguna medida defensiva, ni ha
puesto su rey en un lugar más seguro. Para Karpov
resultó un juego de niños encontrar una red de mate,
la computadora sólo buscaba la mejor jugada, pero era
incapaz de prever una variante de varias jugadas. |