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Encuentros Carbono vs Silicio en Canberra

Trozo de carbono        Trozo de silicio

          En la ciudad australiana de Canberra también se puso a prueba la resistencia del silicio ante el ingenio del hombre. Bajo el acertado nombre de Carbono vs Silicio, estos encuentros se organizaban dentro de un Festival de ajedrez, iniciativa de la Universidad Nacional de Australia, que contaba con diversas actividades que tenían como plato fuerte un Open internacional.

          El desarrollo de las computadoras en aquella época (mediados de los 90) ya era considerable y se empezaba a atisbar como imparable (competían sin problema ante maestros de 2.400-2.500 de Elo, aunque todavía no tenían la fuerza de un jugador de élite). Para estos particulares duelos se convocaba a una selección de jugadores afincados en Australia, por lo que el nivel de los participantes era similar al de un Maestro Internacional (2.300 - 2450 de Elo).

Vista aérea de Canberra

          La experiencia se llevó a cabo sólo durante dos años, 1994 y 1995, el contundente repaso que los programas dieron a los humanos el segundo año pudo ser el detonante para cancelar la organización de estos encuentros, no tenía mucho sentido seguir insistiendo en un duelo tan desigual. En esa época se estaba empezando a comprobar el aumento gradual de la fuerza de los programas prácticamente cada año. un progreso que haría que estas máquinas, con una capacidad de cálculo descomunal, se convirtieran en la base principal del entrenamiento de todos los Grandes Maestros del mundo, cambiando incluso un estilo que cada vez sería 'menos humano' y más maquinal.

Carbono vs Silicio 1994

          La lucha entre los 4 maestros y las computadoras fue tensa, hombres y máquinas intercambiaron golpes de continuo, pero finalmente los laureles del triunfo recayeron en quienes no pueden apreciarlos: las computadoras. Los maestros humanos se quedaron a sólo un punto de empatar el encuentro, teniendo que soportar la siempre dolorosa situación de verse superados por unos seres inanimados. Sin embargo, la igualdad reinante dejó un buen sabor de boca entre los jugadores y los organizadores.

          En la crónica del periódico Canberra Times (del 23 de Julio de 1995) se menciona que la edición de 1994 resultó extremadamente igualada y que se decantó a favor de las máquinas por el margen más estrecho posible. Sin embargo, se conocen todas las partidas menos una y el resultado que arrojan es 12'5 - 6'5 a favor de las máquinas. Hay que decir que el equipo humano estaba formado por 4 maestros contrastados y un jugador de nivel bajo (1.700 de Elo), por lo que es probable que sólo se computasen las partidas jugadas por los maestros, lo que arrojaría un resultado de 8'5-7'5 a favor de las máquinas, lo que sí se corresponde con la crónica de 1995:

Silicio 8'5   Carbono 7'5

 

Dibujo de un ordenador de mesa de color rosa. Se ve pantalla, teclado y ratón

Dibujo de un anciano con pelo y barba blancos

Chess Genius

4.5 de 5

Guy West

3.0 de 4

HIARCS 2

3.0 de 5

Mathias Röder

2.0 de 4

Mchess Pro

3.0 de 5

Tim Reilly

2.0 de 4

Desperado

2.0 de 5

Roger Farrell

0.5 de 4

Brian Butler

0.0 de 4

En el resultado final no se han computado las partidas de Brian Butler. Los resultados fueron los siguientes:

West: perdió ante Genius y ganó el resto de sus partidas

Röder: perdió ante Genius y MChess Pro y ganó sus otras dos partidas

Reilly: perdió ante Genius y Hiarcs y ganó sus otras dos partidas

Farrel: sólo logró unas tablas ante Genius

           Sin embargo, una de las partidas demostró algo que era bien conocido en aquella época: los programas en ocasiones erraban en posiciones complicadas donde la táctica entra en juego, perdiendo completamente la orientación y sucumbiendo con rapidez. Veamos la partida, que fue jugada por el peligroso jugador Guy West, cuyo estilo suele ser bastante agresivo:

M-Chess - West, Guy

Carbono vs Silicio, Canberra 1994

1.e4 c6 2.d4 d5 3.Cd2 dxe4 4.Cxe4 Cf6 5.Cxf6+ gxf6 6.Cf3 Af5 7.c3 e6 8.g3 Cd7 9.Ch4 Ag6 10.Cxg6 hxg6 11.Ae2 Ad6 12.Ae3 f5 13.0–0 f4 14.Ad2 Dg5 15.Dc1 Cf6 16.Dc2 Cg4 17.h4 Txh4 18.Db3 0–0–0 19.a4 Tdh8 20.Af3 Dh5 21.gxh4 Dxh4 22.Axf4 Axf4 23.Dxb7+ Rxb7 24.Axc6+ Rxc6 25.d5+ exd5 26.Rg2 Ce3+ 27.fxe3 Dg3++ 0–1

Después de 20.Af3

Carbono vs Silicio 1995

          En 1995 las máquinas, como si siguiesen el guión de una película de ciencia ficción, sometieron despiadadamente al hombre augurando un futuro en el que el poder sería suyo. Las computadoras no dieron ninguna opción a los maestros, que fueron cayendo uno tras otro sin oponer apenas resistencia. La computadora Chess Genius no tuvo piedad de sus adversarios y logró el triunfo en sus 5 partidas. También participó un programa que llegaría a ser el más popular sólo unos años después: Fritz.

          Decepcionó enormemente la actuación de Guy West, mejor humano en el match del año anterior y campeón de Australia en 1995, que perdió todas sus partidas. Eso sí, parece que echó por tierra varias posiciones ventajosas por jugar con demasiada lentitud y caer constantemente en apuros de tiempo. La principal queja del equipo de maestros se centró en la desigualdad a la hora de gestionar el tiempo de juego, ya que los programas tienen una gran fuerza incluso cuando quedan pocos minutos en sus relojes, mientras el ser humano comete muchas imprecisiones cuando el reloj aprieta.

          Es sorprendente el cambio de escenario, en sólo un año se pasó de una lucha igualada a una derrota desalentadora para el ser humano. Se estaban empezando a detectar los primeros síntomas que presagiaban que el desarrollo de los programas terminaría por crear una máquina capaz de derrotar al campeón del mundo.

Silicio 19'5   Carbono 5'5

 

Dibujo de un ordenador de mesa de color rosa. Se ve pantalla, teclado y ratón

Dibujo de un anciano con pelo y barba blancos

Chess Genius

5.0 de 5

Dinh Duc Trong

3.0 de 5

Fritz

3.0 de 5

Tim Reilly

2.0 de 4

Mchess Pro

4.0 de 5

O'Brien

0.5 de 1

HIARCS

3.5 de 5

Guy West

0.0 de 5

Desperado

3.0 de 5

Steffensen

0.0 de 5

Roger Farrell

0.0 de 5

 

 

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