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Los beneficios del ajedrez

Dibujo del planeta Tierra. Por su parte superior emerge un arbol que está inundado de luz

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

 El ajedrez no goza de la reputación que merece, esto es algo fuera de toda duda. Tal vez no se promociona como es debido, lo que hace que en ocasiones sea considerado un deporte inaccesible para la mayoría. La realidad es bien distinta, el ajedrez es un deporte divertido, saludable y asequible para todo tipo de personas. Por eso, a través de este artículo voy a intentar sintetizar todo lo bueno que tiene el ajedrez y que he podido comprobar a través de mi experiencia.

Enormes beneficios durante la infancia

Empecemos por un tema importante: lo que el ajedrez puede aportar en la infancia. El ajedrez puede ser una herramienta eficaz para ayudar en la formación de un niño, de hecho cualquier actividad que obligue a ejercitar su mente siempre resultará positiva. El cerebro de un niño absorbe más cantidad de información y lo hace de una forma más natural que el de una persona de edad más avanzada. Por eso, todo lo que se aprenda a edades tempranas quedará impreso en nuestra memoria de forma más indeleble. El ajedrez exige una gran concentración, por lo que nuestro cerebro se ve sometido a una gran actividad, esa es la base de los beneficios que reporta, es como si obligásemos a nuestro cerebro a hacer ejercicio, por lo que conseguiremos mantenerlo en plena forma. Podemos decir que el ajedrez es la gimnasia de nuestra mente.

Fotografía de un niño jugando al ajedrez

Pero el niño no sólo se verá recompensado en su salud, el ajedrez también le ayudará en diversos aspectos que favorecerán su rendimiento escolar y su desarrollo como persona. Lo primero que llama la atención es el cambio en su forma de comportarse: aprenden a respetar al rival y se conducen de una forma más tranquila y reflexiva... esto se puede comprobar a las pocas semanas de comenzar cualquier curso de ajedrez, el niño, en la mayoría de los casos, cambia su actitud excesivamente nerviosa y revoltosa, por otra más sosegada y de mayor respeto hacia los que le rodean. Pero éste es sólo el primer beneficio, con el paso del tiempo cualquier persona que se adentre en el ajedrez podrá ir notando las siguientes mejoras:

  • Mejoras en la capacidad de concentración.

  • Todo jugador aprende a planificarse (ya que en sus partidas tendrán que idear distintos planes de juego), algo muy útil en la vida cotidiana.

  • Desarrollo del pensamiento abstracto. El pensamiento abstracto nos permite analizar una realidad que creamos en nuestra mente y en la que podemos realizar los cambios que deseemos a través de nuestro cerebro.

  • Precisión a la hora de realizar tareas.

  • Gestión del tiempo más efectiva. Esto es lógico, en muchas partidas de ajedrez se juega con relojes y es primordial gestionar correctamente el tiempo del que se dispone.

  • Mejoras en el nivel de atención.

  • Desarrollo del pensamiento lógico, aplicable a las matemáticas.

  • Aumento de la capacidad de cálculo.

  • Los valores que transmite el ajedrez son siempre positivos: como la lucha, el respeto al rival o aceptar el resultado de la partida con deportividad.

  • Ayuda en la toma de decisiones, algo muy útil en muchos aspectos de la vida. Durante una partida se están tomando decisiones continuamente, con rapidez, desechando las opciones que creemos malas.

 ... demasiadas virtudes para pasarlas por alto.

Gracias al ajedrez nuestra mente se mantendrá ágil y lo hará durante toda nuestra vida. Pero esto no es simple palabrería, ya son varias las investigaciones sobre el rendimiento cerebral que han incluido al ajedrez y todas han tenido resultados más que notables. Este tema lo he desarrollado en otro artículo que publiqué hace un tiempo: Ajedrez y salud.

Un deporte al alcance de todos

Dibujo de personas de distintas razas

El ajedrez es un deporte que puede ser practicado por cualquier persona, sin importar su raza o su género, sin importar si es discapacitada o no, sin importar los problemas físicos, sin importar nada de nada, todos tienen cabida dentro del tablero. ¿Acaso existe otro deporte que cumpla algo parecido? Pero es en el caso de la integración de la mujer donde el ajedrez no tiene comparación. La mujer puede competir de tú a tú con el hombre, algo que no ocurre en ningún otro deporte, incluso puede aspirar al máximo título: el campeonato del mundo. 

Tampoco hay que perder de vista que el ajedrez es una actividad divertida, que se puede jugar en cualquier sitio y que nos reportará horas de entretenimiento. No hay por qué pensar que todo el que lo practique se tiene que dedicar a ello profesionalmente, el ajedrez es un juego milenario, tan amplio que uno lo puede afrontar de distintas formas: como simple aficionado, como jugador de club, como jugador amateur o como profesional. Además, el ajedrez es el deporte que mejor se ha adaptado a las nuevas tecnologías, desde el desarrollo de avanzados programas de juego a la presencia masiva en internet a través de miles de páginas. Cualquier persona puede tener acceso a toneladas de información o a millones de partidas con sólo encender su ordenador. Además, jugar al ajedrez desde la comodidad del hogar está al alcance de cualquiera con sólo usar uno de los múltiples servidores de juego, lo cual permite competir contra rivales de cualquier rincón del planeta.

También sería interesante terminar con el mito de que éste es un juego sólo para personas muy inteligentes. Yo creo que con práctica, cualquiera puede alcanzar un buen nivel y disfrutar del ajedrez de la forma que le parezca. Así que no os engañéis, cualquiera se puede acercar al ajedrez y pasar grandes ratos ante el tablero... bueno, todo el mundo no, a la vista de esta radiografía este habitante de Springfield lo iba a tener complicado:

Radiografía de Homer Simpson con un cerebro del tamaño de un cacahuete

En definitiva, plantéense seriamente jugar al ajedrez o que sus hijos lo hagan, no sólo dispondrán de una actividad divertida en la que invertir sus horas libres, sino que obtendrán beneficios mentales que les servirán para el resto de su vida. Así que ya saben, cultiven su mente (con el ajedrez, la lectura, el cine...) y esto les dará grandes beneficios.

Javier Cordero Fernández

(26 Abril 2012)

 

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