Pal Benkö vio como la injusticia se cernía sobre su
cabeza y nada pudo hacer por esquivarla. Jugar al
ajedrez por correspondencia era una actividad de alto
riesgo, ya que la policía de cualquier rincón del
mundo podía confundir la notación de las jugadas con
mensajes secretos. Esto ha ocurrido en infinidad de
ocasiones a lo largo de la historia, siendo muy
recordado el suceso protagonizado por la policía de New
York, que detuvo al campeón del mundo Wilhelm Steinitz
al interceptar las cartas que recibía de Mikhail
Chigorin (desde Rusia) en una partida.
El
caso de Pal Benkö fue terrible, ya que tras ser
detenido e interrogado, fue encarcelado. Benkö estuvo
un año y medio en prisión acusado de espionaje, hasta
que se pudo demostrar su inocencia. Resulta sorprendente
que no se pudiese probar que estaba jugando una partida
de ajedrez y más en un país, Hungría, de gran tradición
ajedrecística.... ¿Y quién le devuelve ese año y
medio de su vida a Benkö? |