Es difícil hacerse una idea de cuál fue la cara con
que Euwe se levantó de su silla, aunque seguro que no
había una sonrisa en ella. Reti había conseguido
inmortalizarle en dos días consecutivos y con una
maniobra similar e igual de brillante, escribiendo una
de las páginas más bellas de la historia del ajedrez.
La primera parte de esta historia se desarrolló como
sigue:
Partida
nº1 : Euwe
- Reti, Amsterdam 1920
Ambas partidas corresponden a un match individual en el
que Reti venció por 3 a 1. Euwe demostró un gran
personalidad y supo levantarse tras estos dos batacazos,
venciendo en la tercera partida con un bonito remate
final. En la cuarta, y última partida, Euwe jugó con
decisión en busca de la victoria que le sirviera para
empatar el marcador, pero Reti se defendió con criterio
y se
terminó llevando la última victoria. Reti conquistó
Amstedam ese año, ya que además de su triunfo en el
match también logró la victoria en un torneo disputado
en la ciudad holandesa, por delante de Maroczy,
Tartakower y el propio Euwe.
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