Karen Grigorian se convirtió en la gran promesa del
ajedrez armenio, alguien capaz de llenar el vacío que
había dejado el ex-campeón del mundo Tigran Petrosian.
Su talento para el ajedrez era enorme, pero su mente era
frágil e incapaz de poder resistir la presión de un
mundo tan competitivo. Sus desequilibrios mentales
empezaron a ser habituales, llegando a tener tendencias
suicidas. Estos problemas le llevaron a ser internado en
un psiquiátrico y su carrera se hundió en los más
profundos abismos, abismos en los que su mente se
encontraba desde hacía tiempo. Karen Ashotovich
Grigorian se suicidó un 30 de Octubre de 1989, lanzándose
desde el puente más alto de la ciudad de Erevan, otro
final trágico dentro del mundo del ajedrez.
Grigorian era hijo de Ashot Grashi, un famoso poeta de
gran reputación en Rusia. Se crió en un ambiente
intelectual donde se fomentó especialmente el ajedrez.
Grigorian era una persona sensible, con dificultades
para relacionarse con los demás. Recuerda mucho a otro
genio con problemas similares: Alvis
Vitolinsh,
del que por cierto era muy amigo, parece que sólo ellos
se comprendían y entendían. Vitolinsh tuvo un final
muy similar al de Grigorian y sólo un año después,
sin duda la muerte de Karen afectó mucho al jugador letón. |