Inicio  |  Mapa Web  |                                                                                                                              |  Partidas  |  Estudios  |  Contacto  |

Alvis Vitolinsh, demasiado brillante para este mundo

Vitolinsh en plena partida

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

          Alvis Vitolinsh nació el 15 de Junio de 1946, en Sigulda (Letonia). Falleció el 16 de Febrero de 1997, en Carnikava (Letonia).

          El mundo del ajedrez es muy extenso, sus largos años de historia han contribuido a ello. A medida que uno va profundizando en dicho mundo va descubriendo nuevos datos y nuevos jugadores, comprobando que su legado tiende casi al infinito. Eso me ha ocurrido con Alvis Vitolinsh, del que conocía sus partidas, pero no su vida. Un personaje curioso y brillante, pero también atormentado, una mente frágil expuesta a un deporte muy duro y lleno de tiburones. Hoy vamos a conocer más en profundidad a Alvis Vitolinsh, una persona que no supo adaptarse al mundo que le rodeaba, pero que tenía una gran pasión: el ajedrez.

           Vitolinsh aprendió a jugar al ajedrez a una edad temprana, siendo sólo un niño. Con 9 años, visto su gran potencial, ya tenía un entrenador personal. Sus comienzos en el ajedrez fueron esperanzadores, se convirtió en una firme promesa que destacaba por su gran talento y por sus buenos resultados. Y es que, ya desde su juventud, prefería partidas con posiciones complicadas donde hubiese que calcular decenas de variantes, situaciones ideales para dar rienda suelta a su talento.

           Esa forma de jugar tan intrépida llamó la atención de su compatriota y ex-campeón del mundo, Mikahil Tahl, que le tomó como uno de sus ayudantes. Vitolinsh era muy apreciado por Mikhail y solía invitarle con asiduidad a sus sesiones de entrenamiento, tomando muy en serio sus arriesgadas ideas. Es conocido que a Tahl le gustaba pasarse horas jugando partidas blitz al finalizar sus entrenamientos, y en Vitolinsh encontró un duro rival, ya que el joven letón mostraba una gran fuerza en esta modalidad, consiguiendo ser el único que ponía en serios aprietos al mago.

           No fueron pocos los que auguraron que Vitolinsh sería el sucesor de Tahl, pero tan buenos presagios nunca llegaron a cumplirse. Su rendimiento en torneos de nivel defraudó y pronto su nombre pasó al olvido, como el de otros jóvenes jugadores brillantes que no consiguieron adaptarse al competitivo mundo del ajedrez.

           Jamás llegó a alcanzar un nivel alto y en los años 80 tuvo que conformarse con participar en torneos tipo open, ya que las invitaciones para los torneos internacionales no llegaban. Los GM de esa época no solían participar en open, evidentemente preferían los cerrados, además en esos años no había tanta proliferación de open como en los tiempos actuales, por lo que Vitolinsh se tuvo que conformar con competir dentro de su país, donde si era conocido y respetado.

           Existía una explicación para este bajo rendimiento y la encontramos en forma de una palabra poco deseable: esquizofrenia. Vitolinsh sufrió este problema desde su juventud, una enfermedad fatal para practicar un deporte como el ajedrez que exige concentración y una ausencia total de sobresaltos. Para tratarse tenía que tomar fuertes medicaciones que le dejaban aletargado, algo que sin duda influyó negativamente en su rendimiento frente al tablero. Estos desequilibrios se acentuaban cuando competía, en los momentos críticos de la partida sus nervios se desataban y en muchas ocasiones perdía el control de si mismo.

 

Vitolinsh moviendo pieza

           En cuanto a su carrera deportiva, poco más se puede contar, sus mayores logros llegaron en el campeonato de Letonia, donde logró vencer en 7 ocasiones. Pero a la hora de competir en torneos fuertes la presión siempre conseguía desquiciar sus frágiles nervios, por lo que nunca consiguió rendir a un nivel aceptable. Podéis consultar su trayectoria en: Palmarés de Vitolisnh.

           Sus resultados no fueron buenos, pero su legado de partidas brillantes es extenso e interesante. Vitolinsh era un jugador de ataque puro, en su cabeza sólo estaba el rey enemigo y se valía de cualquier medio para llegar hasta él. Su manera de jugar era original, con planes ingeniosos y complicados, era ese tipo de jugador peligroso que puede derrotar a cualquiera... o perder de la manera más increíble.

 

           Los que le conocieron le definen como una persona amable, pero algo cándida. Alto, siempre con unas largas patillas, su mirada parecía estar ausente, como a cientos de kilómetros de donde se encontraba realmente. Gennadi Sosonko comentaba que parecía no pertenecer a este mundo, Alvis se refugiaba en su universo particular y sólo abría su puerta a otros ajedrecistas o a sus amigos íntimos. Es un ejemplo de una persona que no supo mezclarse con otros seres humanos, siempre temiendo el contacto con los demás, una personalidad extraña, al menos extraña para lo que estamos acostumbrados. Muchas mentes brillantes en un campo determinado, son lo contrario en otro campo diferente. No es extraño encontrar personas que pueden ser considerados genios en sus respectivas áreas, pero que tienen un comportamiento similar al de Vitolinsh, siempre sintiéndose fuera de juego y no encajando nunca en una sociedad que devora al que es diferente.

           En su vida sólo existía una cosa: el ajedrez. Ni siquiera se llegó a casar y vivió toda su vida con sus padres. Era capaz de pasarse horas analizando en casa, preparando aperturas poco usadas que luego ponía en práctica en los torneos. Era un pequeño Don Quijote que arremetía contra sólidos molinos, en un mundo donde todo empezaba a estar demasiado estudiado y se tendía a un juego cada vez más científico. Solía declarar lo siguiente: "En una variante aparentemente agotada se pueden encontrar ideas completamente nuevas. ¡El ajedrez de verdad no tiene límites!".

           Sus contribuciones más famosas llegaron en la siciliana, donde Vitolinsh era capaz de colocar un alfil en b5 cuando su rival había movido un peón a a6, algo que también hacía colocando los caballos en d5, f5 y e6. Sin duda, le gustaba complicar las cosas desde el principio de la partida, sabía que sacando de la teoría a ciertos jugadores, éstos se desorientarían y tenderían a cometer errores, siendo en ese momento cuando más apretaba para obtener la victoria, como un cazador que no suelta su presa.

            También perfeccionó el gambito Cochrane contra el tostón de la defensa Petrov, profundizando en una línea en la que sacrificaba un caballo en f7 (que usó con asiduidad en sus partidas). Veamos un ejemplo de esta arriesgada apertura:

Vitolinsh, Alvis - Meijers, Viesturs

Campeonato Letonia, Riga 1989

1.e4 e5 2.Cf3 Cf6 3.Cxe5 d6 4.Cxf7 Rxf7 5.d4 g6 6.Cc3 Rg7 7.Ae2 d5 8.e5 Ce4 9.Cxe4 dxe4 10.0–0 Cc6 11.Ae3 h5 12.f3 exf3 13.Txf3 Ae6 14.c4 Ag4 15.Tf4 Axe2 16.Dxe2 Rh7 17.d5 De8 18.dxc6 Dxe5 19.Df2 Td8 20.cxb7 c5 21.Tf7+ Ag7 22.Axc5 Dg5 23.Ad4 Thg8 24.Axg7 Txg7 25.Txg7+ Rxg7 26.b8=D 1–0

Después de 3...d6

           También hay un gambito que lleva su nombre, donde las negras entregan un peón en b5, las jugadas son: 1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.Dc2 0-0 5.a3 Axc3+ 6.Dxc3 b5... siempre a la búsqueda de posiciones complicadas.

           Como ya he comentado, era un experto jugador de blitz. De hecho solía pasarse noche enteras analizando y jugando partidas en esta modalidad, donde era un jugado temible. Por desgracia para Alvis, los éxitos se logran en el ajedrez a ritmo clásico, donde sus nervios y desequilibrios le podían traicionar con más facilidad. En el ritmo blitz pudo desarrollar su genialidad porque simplemente no había tiempo para que los resortes de su mente se activasen, la cual sólo tenía que ocuparse del siguiente movimiento que había que realizar en unas pocas décimas de segundo.

Vitolinsh concentrado

           En 1997 sus padres fallecieron de forma casi consecutiva, su mundo se resquebrajó y todo pasó a tener escaso sentido para él. Alvis Vitolinsh decidió poner fin a su vida un 16 de Febrero de1997, lanzándose desde un puente del ferrocarril sobre el congelado río Gauja. Se disputa un torneo en su memoria en la última ciudad en que residió: Carnikava (Letonia).

           Resulta extraño que una persona con los problemas de Vitolinsh escogiese el ajedrez como forma de vida. Su fragilidad mental estaba demasiado expuesta a los cambios que existen dentro de una misma partida: euforia, miedo, frustración, alegría, hundimiento; demasiados estados anímicos que pueden destrozar un espíritu que no sea lo suficientemente fuerte. El ajedrez es un deporte duro, cuyas derrotas duelen más que en otras disciplinas, pudiendo llegar a ser cruel, porque no en vano se están enfrentando dos mentes que sólo buscan la aniquilación del contrario. No hace mucho un lector me escribió un curioso e-mail con respecto a este tema y me comentaba como el ajedrez al final le terminaba haciendo daño, por lo doloroso de cada derrota, por la crueldad de cada victoria al dejar aplastado a tu rival y como trataba de alejarse de este juego que era demasiado similar a la vida real, una vida que en ocasiones es despiadada. Realmente esto es cierto, pero uno siempre puede acercarse al ajedrez por otros caminos, como el lado artístico, disfrutando de las partidas jugadas por los grandes jugadores a lo largo de décadas o simplemente buceando a través de las múltiples e interesantes historias que rodean a un juego creado hace cientos de años.

            El caso de Vitolinsh no es el único de jugadores de ajedrez que tuvieron problemas mentales, Lembit Oll o Karen Grigorian también se suicidaron por desequilibrios parecidos a los del letón, Albin Planinc tuvo que ser internado en un psiquiátrico y no volvió a competir.

            Hoy hemos conocido a un jugador repleto de luces y sombras, aunque las sombras predominasen sobre la luz. Pero en la vida no todo puede ser bonito, de hecho la realidad nos lo demuestra continuamente. Como he concluido en varias ocasiones, recordemos a Vitolinsh por sus partidas llenas de golpes tácticos y pasemos un rato entretenido reproduciéndolas, como por ejemplo las 4 siguientes:

Javier Cordero Fernández

(2 Enero 2010)

 

Vitolinsh - Vooremaa,  Tallinn  1964

Vitolinsh - Klovans,  Jurmala  1978

Vitolinsh - Wojtkiewicz,  Riga  1980

Shabalov - Vitolinsh,  Jurmala  1985

(VER)

(VER)

(VER)

(VER)

  


BIBLIOGRAFÍA

"Siluetas del ajedrez ruso" - Gennadi Sosonko


 

Tu opinión es importante: Libro de visitas

© Ajedrez de ataque. Todos los derechos reservados