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 La venganza se sirve en plato frío (2)

Cuadro en el que un camarero sirve a un comensal en una pequeña mesa

Tarrasch, Siegbert - Yates, Frederick

Hamburgo 1910

1.d4 d5 2.Cf3 Cf6 3.c4 e6 4.e3 Ae7 5.Cc3 c5 6.Ad3 Cc6 7.0–0 0–0 8.b3 b6 9.Ab2 Ab7 10.Tc1 Tc8 11.cxd5 Cxd5 12.Ce2 cxd4 13.Cexd4 Cxd4 14.Cxd4 Txc1 15.Dxc1 Ad6 16.Cf3 De7 17.Da1 f6 18.Cd4 f5 19.Tc1 Cxe3 20.fxe3 Dg5 21.Rf2 Dxg2+ 22.Re1 Axh2 23.Ae2 e5 24.Ce6 Ag3+ 25.Rd1 Af3 26.Axf3 Dxf3+ 27.Rc2 De4+ 28.Rd2 Dd5+ 29.Cd4 exd4 30.Axd4 f4 31.e4 Dxe4 32.Tc4 Td8 33.a4 Af2 0–1

Después de 19.Tc1

 

           La fama de irascible de Siegbert Tarrasch es más que conocida, se sentía cómodo en la polémica y siempre la buscaba, sin importarle entrar en malas relaciones con sus rivales. De este modo, se opuso a la participación de Vidmar en el Congreso de la Federación alemana, gesto por el que fue severamente castigado por el maestro yugoslavo... y sin haber aprendido la lección, volvió a repetir comportamiento sólo 4 años después mostrando su desacuerdo total con la participación del joven Frederick Yates en el mismo torneo. La razón principal que expuso Tarrasch fue la falta de experiencia de Yates en las grandes competiciones... pero si nunca te dan una oportunidad, ¿cómo puedes llegar a tener experiencia?

            Lo curioso de esta historia es que Tarrasch no andaba muy desencaminado: Yates se vio superado por la presión y no cuajó una buena actuación, finalizando en última posición tras lograr una sola victoria, 3 tablas y 12 derrotas... eso sí, la victoria la consiguió ante Siegbert Tarrasch, tomándose cumplida revancha por la ofensa sufrida... esta historia demuestra que sólo el hombre tropieza dos veces en la misma piedra.

 

 

 

 

 

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