Conel Hugh O'Donel Alexander fue considerado el jugador
británico más fuerte del periodo de entreguerras.
Tenia un estilo 'fino', capaz de combinar con éxito y
obtener buenos resultados, por lo que rápidamente se
convirtió en una pieza fundamental dentro del equipo
británico, participando en varias Olimpiadas.
Pero Alexander encontró otro camino en su vida,
distante del ajedrez, que le conduciría a la
celebridad. En 1940, en plana II Guerra Mundial, empezó
a trabajar para el servicio de inteligencia británico
descifrando códigos. Estuvo bajo las órdenes de Alan
Turing,
ingeniero famoso por ser uno de los grandes
desarrolladores de los programas de ajedrez. El servicio
de inteligencia británico también reclutó a otros
ajedrecistas, como Harry Golombek y Milner Barry. La
gran contribución de este trío fue colaborar en el
desciframiento del código de la máquina enigma de los
nazis, la cual traía de cabeza a los aliados, ya que
cambiaba el código de transmisión de mensajes a
diario, por lo que resultaba muy complicado descifrarlo.
Finalmente el equipo de Alexander logró descifrar el código,
lo que aceleró la derrota de los nazis y precipitó los
acontecimientos que se vivieron.
El gobierno británico supo reconocer la valía de Hugh
Alexander y le ofreció un empleo en el Foreign
Office (dentro del servicio de inteligencia MI6).
Alexander aceptó, por lo que renunció a su prometedora
carrera en el tablero, abandonando paulatinamente el
ajedrez, hasta sólo jugar partidas por correspondencia
(proceso que duró varios años, ya que participó esporádicamente
en algún torneo). |