Curiosidades
- Bloque 1
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Nos encontramos en el Torneo de New York de 1927, allí
se dan cita varios de los mejores jugadores del planeta,
entre ellos el "Invencible" José Raúl
Capablanca.
Como era de esperar, Capablanca comenzó de forma
brillante y varias rondas antes de finalizar el torneo
dejó claro que la victoria final no se le iba a
escapar. Charlando con un amigo, éste le hizo un
reproche irónico sobre su superioridad, a lo que un
molesto Capablanca le contestó que pensaba hacer tablas
en todas las partidas que le quedaban por disputar.
Capablanca cumplió su palabra e hizo tablas de forma
sencilla en las cuatro últimas rondas. En una de esas
partidas le tocó enfrentarse con Aaron Nimzowitsch, una
vez concluida la apertura Capablanca le envió una nota
a su rival a través del árbitro que decía: "le
ruego que deje usted de jugar tan mal o no tendré más
remedio que ganarle". |
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Esta curiosa conversación ocurrió en una partida entre
el soviético Isaak Boleslavsky y el argentino Miguel
Najdorf:
Najdorf
: ¿Da usted la partida en tablas?
Boleslavsky
: ¡No!
Najdorf,
algo pensativo : ¿Juega usted para ganar?
Boleslavsky
: ¡No!
Najdorf
: ¿Juega usted para perder?
Boleslavsky
: ¡No!
Najdorf
: ¡Bien!, ¿Que quiere usted pues?
Boleslavsky
: ¡Jugar! |
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Esta anécdota corresponde al genial Mikhail Chigorin.
Cuentan que jugando con un rival poco experimentado, al
que siempre daba ventaja y al que siempre vencía, se
encontró con que en esa ocasión no podía derrotarle
porque sólo quedaban los dos reyes en el tablero.
En un último intento, Chigorin, acercó su rey al de su
adversario, exclamando "¡Jaque!". Para su
sorpresa su rival retiró el rey una casilla. Animado
por el éxito, Chigorin siguió hostigando al rey de su
rival a base de "jaques" hasta que consiguió
encerrarlo en una de los esquinas del tablero, entonces
dijo "!Jaque Mate!" y su rival,
consternado, tuvo que aceptar la "derrota". |
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El maestro alemán Fritz Sämisch era muy famoso por las
simultaneas a la ciega que daba, a las que solía acudir
un gran número de público.
En una de esas sesiones llamó la atención de todos los
asistentes el comportamiento de una anciana que había
acudido a ver el espectáculo y que empezó a examinar a
Sämisch desde todos los ángulos posibles. Tras estar
unos minutos observándole se dirigió a su vecino más
próximo y le comentó: "¡Óigame usted!. ¡Este
hombre es un tramposo!. ¡Le vengo observando hace un
rato y he visto con seguridad que no es ciego!".
Me temo que esta anécdota debió repetirse en multitud
de ocasiones entre aficionados poco conocedores de esta
modalidad. |
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Durante el torneo Internacional de Londres 1862, se
organizó una partida en consulta entre varios de los
maestros participantes (esto era habitual en la época,
para disfrute del público).
Los dos equipos que disputaron la partida fueron, por un
lado: Adolf Anderssen, Louis Paulsen y Serafino Dubois.
Por el otro: Jakob Löwenthal, Samuel Boden y H. A.
Kennedy.
Anderssen, siempre modesto a pesar de todos sus logros,
comentó a Dubois antes de comenzar la partida: "Tenemos
que organizarnos: Paulsen hará las jugadas precisas,
usted las brillantes y yo las malas".
Rastreando las bases he encontrado la partida, que fue
ganada por el equipo de Anderssen: Ver
partida. |
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