Rafael Fernández de Soto, natural de Barcelona, fue un
pintor paisajista de gran fama en su época (nació en
1914), por lo que éste sí que fue un premio de belleza
acorde a la ocasión y muy original. Los cuadros para
este torneo siempre eran de temática ajedrecística y
fueron entregados hasta 1984, año en que Fernández de
Soto falleció (después se siguieron entregando premios
de belleza, aunque no en forma de cuadro). Veamos algunas
partidas que fueron merecedoras de los premios de este
peculiar torneo. |