Inicio  |  Mapa Web  |                                                                                                                              |  Partidas  |  Estudios  |  Contacto  |

Carlsen alcanza la cima del ajedrez

Magnus Carlsen meditando ante el tablero

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

            No, esta no va a ser la noticia más sorprendente de la historia del ajedrez, ni tampoco la más espectacular. La lógica ha seguido su curso y Magnus Carlsen ha culminado su meteórica ascensión proclamándose campeón del mundo. No lo ha hecho con brillo, aunque sí con una eficiencia que roza el comportamiento de una máquina.

             No ha sido un campeonato del mundo vistoso, ni una lucha de las que crean afición. Tengo la sensación de que ambos jugadores llegaron con grandes dudas y un excesivo respeto al rival, lo que se tradujo en varias partidas anodinas en las que ninguno de los dos estaba dispuesto a asumir ningún riesgo. No sé hasta donde hubiese llegado este ajedrez de amagos y poca pelea, pero en la quinta partida (otra vez en una posición tranquila donde no estaba pasando gran cosa) Anand tomó una decisión arriesgada: entregar un peón en un final de igualdad sin un propósito claro, el cual le costó caro a largo plazo tras un par de errores. Carlsen tenía una victoria sin haber hecho demasiado, sólo aguantar en posiciones no muy complicadas de jugar para un Gran Maestro... y la historia se volvió a repetir en la partida siguiente, con el mismo guión y el mismo resultado. Incomprensiblemente las partidas 5, 6 y 7 habían sido muy parecidas: medio juego sencillo, final igualado y no muy complicado para un jugador de élite y entrega de peón de Anand fuera de guión y cuyo objetivo no queda muy claro: el resultado fue que el match se puso 4-2 a favor de Carlsen, un marcador muy complicado de remontar que hundió al campeón del mundo.

6'5 - 3'5

 

 

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Total

  Carlsen

½

½

½

½

1

1

½

½

1

½

6.5

  Anand

½

½

½

½

0

0

½

½

0

½

3.5

            Realmente me quedan pocas dudas: Anand equivocó por completo su estrategia en este match. En este último año Carlsen ha triunfado en varios torneos ganando finales igualados en los que decidió seguir jugando y apretando, para finalmente terminar obteniendo la victoria de forma laboriosa (como su partida ante Karjakin en Wijk aan Zee, un trabajo sorprendente). Anand lo sabía y de todos modos ha permitido que todas las partidas desembocasen en finales de este tipo, con un medio juego sin la más mínima tensión que pusiese a prueba a su rival. En el ajedrez el aspecto psicológico es fundamental. Creo que el torneo de Candidatos tuvo que dejar secuelas y muchas dudas en Magnus Carlsen, en el momento cumbre del torneo falló estrepitosamente en una lucha táctica contra Svidler y sólo Ivanchuk le salvó de milagro tras derrotar a Kramnik. Tal vez Anand debería haber probado el estado anímico de Carlsen durante las primeras rondas planteando alguna lucha complicada en el medio juego y no haber esperado a la novena partida cuando Carlsen ya se encontraba tranquilo y menos presionado con sus 2 puntos de ventaja. La sensación que flota en el aire es que un Anand absolutamente falto de confianza y acomplejado ante el aspirante regaló dos puntos de ventaja. Carlsen se limitó a aprovechar el regalo y a vivir tranquilo cada partida hasta que se entraba en el final, terreno donde es un virtuoso o más bien parece el módulo de un programa: infalible, transformándose en un muro insalvable.

             Porque no fue hasta la novena partida cuando se pudo ver una partida entretenida: Anand decidió que era el momento de arriesgar (tampoco le quedaban más opciones) y planteó una aguda lucha, con avalancha de peones incluida. Carlsen parecía peor, con sus piezas mal coordinadas y los peones enemigos cerca de su enroque... pero de repente empezó a realizar las jugadas más adecuadas y pareció que podría contener el ataque. Finalmente Anand cometió un error que probablemente entrará en la historia del ajedrez y será recordado por mucho tiempo, para terminar perdiendo la partida y dejar el match sentenciado. En la siguiente partida Vishy peleó, aunque con negras poco pudo hacer ante la solidez de Magnus, que logró el empate que necesitaba y se proclamó nuevo CAMPEÓN DEL MUNDO.

             Este ha sido un Mundial decepcionante de cara al aficionado. Apenas ha habido juego ni lucha, lo cual ha sido justificado catalogándolo de aparente lucha psicológica. Pero, ¿qué hubiese ocurrido si Anand hubiese jugado los finales con normalidad? ¿Hubiésemos llegado al desempate con 12 empates anodinos? El nuevo campeón no ha mostrado demasiado, ha permanecido escondido dentro de su caparazón demostrando una capacidad de aguante realmente admirable... aunque parece poco bagaje para un jugador que busca estar junto a los más grandes de la historia del ajedrez, sus predecesores mostraron más espíritu e intención de lograr el título de forma incontestable y no de cualquier manera. Como reliquias del pasado contemplamos las apasionantes luchas entre Steinitz y Chigorin o Alekhine y Capablanca, o las más recientes entre Tahl y Botvinnik o Fischer y Spassky, tiempos donde no sólo importaba el resultado, sino la manera de conseguirlo (y no hablo de utilizar un estilo táctico, sino de convertir cada partida en una batalla, de desgastar al rival y de imponerte en las condiciones más adversas). Sea como fuere, Carlsen ha logrado su objetivo y ha entrado en la historia del ajedrez con sólo 22 años.

El triunfo de una máquina infalible

Robot sentado en posición reflexiva. El dibujo tiene un fondo de tonos azules en el que destacan varios unos y ceros

            Sin errores, sin fisuras, haciendo que el ajedrez parezca fácil, ese es Magnus Carlsen. Hace unos años era un adolescente que parecía no tener techo y hoy es un joven que ha confirmado todas las grandes expectativas que había levantado. Carlsen es un triunfador. La característica más destacable de su personalidad es sus ansias de victoria, busca imponerse en posiciones donde otros sólo ven un estéril desierto, demostrando que tiene algo más que sus rivales, aunque resulte difícil catalogar que es 'ese algo'.

              La relación de Magnus Carlsen con el ajedrez parece idílica, cumpliendo los plazos de forma ordenada el noruego ha alcanzado la escarpada cima del ajedrez de forma rápida e imparable. Carlsen parecía destinado a lograrlo desde que hizo su aparición como niño prodigio sorprendiendo a todo el que le veía jugar. Magnus dio muestras de genialidad desde niño: con 2 años era capaz de hacer puzzles de 50 piezas y con sólo 5 era capaz de recordar los datos (bandera, capital, nº de habitantes y extensión) de todos los países del mundo. Carlsen podría haber sido lo que hubiese deseado en esta vida, su mente privilegiada le hubiese permitido destacar en diversos campos, aunque decidió decantarse por el ajedrez, deporte en el que puede marcar una época.

             Carlsen tiene un talento desbordante para jugar al ajedrez. Quién sólo se haya fijado en su juego durante los últimos años tendrá una idea equivocada de su capacidad, pudiendo creer que es un jugador frío y posicional, incapaz de ser creativo. Sin embargo la realidad es bien distinta, Carlsen también es un virtuoso en posiciones tácticas, tal como demostró durante su adolescencia jugando partidas realmente brillantes que atrajeron todos los focos sobre su persona. Carlsen logró una gran cantidad de victorias espectaculares, aunque también sufrió un buen número de dolorosas derrotas, lo que le hizo recapacitar y buscar un estilo de juego más sólido y efectivo... los resultados están a la vista, Carlsen se ha convertido en un jugador muy complicado de derrotar, un alto muro que parece infranqueable y que acompleja a la mayoría de sus rivales directos . El futuro es suyo, de eso no cabe duda.

             Quiero finalizar este apartado recordando algunas partidas del Carlsen adolescente, las cuales nos servirán para comprender la dimensión real del nuevo campeón del mundo: 

El fin de un largo ciclo

'Vishy' Anand en los primeros años de su larga carrera

            Anand dio muestras de una bajada en su rendimiento durante el match contra Gelfand, incluso de una pérdida de confianza en sus posibilidades. Sin duda, no exhibió la fuerza mostrada en su contundente victoria ante el siempre complicado Vladimir Kramnik. Y estas dudas parece que no dejaron de revolotear alrededor de su cabeza en Chennai, donde no ha intentado desplegar su ajedrez por temor a ser aplastado por el enorme muro que tenía enfrente. Es el fin de su época, su tiempo parece haber pasado y es realmente complicado que vuelva a pelear por la corona mundial. Tanto tiempo en la cima tiene que suponer un enorme desgaste mental y Anand no ha parecido estar cómodo en todo el match, tal vez sintiendo la presión de jugar en su país y tener un rival demasiado sólido enfrente.

             Esta derrota poco honrosa no debe ensombrecer la trayectoria de Anand. En su bagaje quedan sus 5 triunfos en el Campeonato del mundo, numerosos primeros puestos en los más prestigiosos torneos, su amabilidad con rivales, medios y aficionados y una modestia que le ha granjeado el respeto y la simpatía de todo el mundo del ajedrez. Vishy ha hecho más grande este deporte fuera y dentro del tablero y debe ser recordado con toda la admiración que merece... quien sabe si aun nos reserva un canto del cisne que le vuelva a colocar en la primera plana mundial, lo que agradaría a muchas personas

Muchas dudas flotando en el aire

Muñeco con 3 signos de interrogación sobre su cabeza

            Me vienen a la mente muchos interrogantes una vez finalizado el campeonato. El primero es referente al rendimiento de Magnus Carlsen. Vista su brillantez, sus precoces récords y sus espectaculares resultados, se esperaba que lograse la corona de otra forma, mostrando todo el ajedrez que lleva dentro. Sin embargo, hemos visto un jugador que se ha dedicado a esperar el error del rival, que no ha arriesgado nada y al que han puesto el título en bandeja. ¿Qué ocurrirá en el próximo Campeonato del mundo?, creo que Carlsen tendrá que demostrar mucho más si quiere retener su corona, sea quien sea su retador. Obtener un título mundial es extraordinario, la forma en que lo ha logrado no lo es tanto.

            Otro interrogante, aun mayor, llegará con la celebración del ciclo de candidatos. No se atisba en el horizonte la figura de ningún jugador dominante que pueda catalogarse como favorito. Las jóvenes promesas (Aronian, Karjakin, Caruana) parecen acomplejadas ante la vieja guardia (Kramnik, Gelfand, Ivanchuk, Topalov), por lo que el próximo torneo de candidatos se presenta más abierto que nunca y con unos interrogantes que nadie puede resolver. Creo que este es el momento de Levon Aronian, aunque durante este último año ha mostrado debilidades que antes no habían hecho aparición. Un match Carlsen - Aronian podría ser muy interesante y atractivo, incluso mediático, aunque no es sencillo que se pueda dar.

            El interrogante más grande que queda tras el Mundial es la viabilidad del ajedrez moderno como espectáculo. Este aspecto ha sido muy debatido durante estos días. Los resultadistas opinan que el fin justifica los medios y que los Grandes Maestros no están para divertir al aficionado... y realmente eso no es cierto. Los deportes de élite se crearon para divertir a las personas, muchos de ellos se han ido reinventando buscando primar el espectáculo y todos tienen algo en común: la lucha por la victoria. El ajedrez es el único deporte que conozco donde pueden pasar varias partidas sin que nadie arriesgue, sin que ocurra nada, sin que ninguno de los contendientes haga el más mínimo amago de perseguir el triunfo... ¿es esto deporte?, ¿no es criticable esta falta de actitud?, si esto ocurriera en otra disciplina se formaría un escándalo y el publico abandonaría el estadio para no regresar. Entiendo que tomar riesgos en el ajedrez de hoy en día resulta complicado, existe más temor a lo que el rival (ayudado con los programas más sofisticados del mercado) haya podido preparar que confianza en el propio juego... y es que el ajedrez ha cambiado mucho en este aspecto. Décadas atrás las novedades encontradas por un Gran Maestro podían estar equivocadas o no, y se podían rebatir durante la partida, por lo que el riesgo era ciertamente menor. Ahora las novedades son implacables, ya que están certificadas por un ser sin alma que no comete errores y que responde a los sonoros nombres de Fritz, Rybka o Houdini. Esto genera un gran temor, ya que si el maestro cae en una de esas preparaciones caseras no hay salvación posible, está condenado, por lo que las partidas importantes se han convertido en una búsqueda de posiciones tranquilas donde no puedan darse golpes inesperados y todo esté bajo control... lo que muchas veces degenera en un juego anodino que nunca podrá atraer a los aficionados, lo que impedirá que el ajedrez pueda seguir creciendo como merece. La solución no es sencilla, en acontecimientos de este tipo hay mucho en juego y no importa el modo de conseguir el éxito. Cada vez queda más claro que el ajedrez debe reinventarse o corre el riesgo de transformarse en un producto artificial donde el talento cada vez importe menos... no en vano, ese es el camino que está tomando la propia sociedad y el ajedrez simplemente camina a su lado.

Javier Cordero Fernández

(22 Noviembre 2013)

 

Tu opinión es importante: Libro de visitas

© Ajedrez de ataque. Todos los derechos reservados