Miguel Najdorf siempre comentaba la gran influencia que
tuvo en su juego las enseñanzas de dos grandes
jugadores: Tartakower y Rubinstein. Ambos eran
compatriotas suyos y compartieron muchas horas de
ajedrez con Miguel, éste siempre les recordaba en cada
entrevista que le hacían, mostrándose muy agradecido.
De Tartakower comentó: "Es un humanista, un
fino humorista, un hombre de gran cultura, un ser
extraordinario en fin, y un gran hombre en todos los
aspectos".
Estas fueron 2 lecciones que Najdorf recuerda como muy
instructivas:
Siendo
Najdorf joven, le tocaba
enfrentarse en un torneo contra un rival muy experto.
Lógicamente le pidió consejo a Tartakower: "Sabe
mucho más que yo, ¿Cómo debo jugarle?".
Tartakower miró
profundamente a su discípulo y le comentó: "Respetándole,
mi querido Miguel, respetándole".
Ante la
insistencia de Najdorf, Tartakower concretó más:
"Él
es un profesional y defiende su pan con sus conocimientos.
Por ello estudia para pulir y mejorar su juego con
líneas suyas o de otros. ¿Usted quiere ganarle,
verdad?... Bueno..., no hay otro camino que seguir las
ideas clásicas, y ya que usted lleva blancas, tratar de
mantener el equilibrio hasta que él cometa algún
desliz, quiera forzar, creyéndose mejor que usted y le
brinde una oportunidad. No se le ocurra hacer locuras,
pensándose más talentoso, porque se invertirán los
papeles. Los maestros expertos dominan todas las
posiciones y perciben el menor fallo. Y cuando usted
cree atacarlo, a lo mejor él se limita a desarrollar
sus piezas para darle una lección".
Tras seguir los
consejos de su maestro, Najdorf consiguió arrancar unas
tablas a un rival teóricamente superior.
En cierta
ocasión Tartakower preguntó a Najdorf: "¿Qué
jugarías contra 1.a3?". Tras pensar durante un
rato Najdorf contestó "Creo
que jugaría 1...e5 ó 1...d5".
Tartakower esperaba una respuesta de este tipo y
rápidamente corrigió a su joven discípulo: "No,
el castigo es el desarrollo natural donde la jugada a3
no sea importante. Entonces será como si jugaras con
blancas".
Trataba de enseñarle
la importancia de la comprensión total de la posición
como arma para obtener ventaja de los fallos del
oponente.
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