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El azote de los Zares

Carga de cosacos

Maczuski, Ladislas - Turgenev, Ivan

Paris 1861

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.f3 c5 5.a3 Axc3+ 6.bxc3 Da5 7.Ad2 Cf6 8.Dc2 Ad7 9.e4 dxe4 10.fxe4 cxd4 11.cxd4 Dh5 12.Cf3 Dg6 13.Ad3 Dxg2 14.Tf1 Cc6 15.0–0–0 Cg4 16.Tde1 h6 17.d5 Cce5 18.Cxe5 Cxe5 19.Tg1 Df3 20.Te3 Df6 21.Ac3 Cxd3+ 22.Dxd3 De7 23.Axg7 Tg8 24.Teg3 0–0–0 25.De3 b6 26.Dxh6 Dc5 27.Ad4 Dxc4+ 28.Tc3 Txg1+ 29.Rd2 Dxc3+ 30.Rxc3 Tg4 31.Dh5 Tf4 32.De5 Tf3+ 33.Rb2 Tg8 34.Ac3 Aa4 35.Dd4 Tg2+ 36.Ad2 Ad7 37.h4 Tff2 38.Rc3 Txd2 39.Dh8+ Rb7 40.h5 exd5 41.exd5 Af5 42.h6 Txd5 43.Df6 Tc2+ 44.Rb4 a5+ 45.Ra4 Tc7 46.Rb3 Tb5+ 47.Ra4 Ad7 0–1

Posición final

 

           Ivan Turgenev es uno de los nombres destacados dentro de las letras rusas... lo cual, de entrada, ya es una poderosa credencial. Descendiente de alta cuna, pudo conocer desde dentro a la nobleza rusa asociada a los zares y darse cuenta de la realidad que le rodeaba: un mundo frío y superficial que nada le aportaba y sobre el que decidió escribir de forma crítica en muchas de sus obras. Turgenev no fue el único escritor ruso que abordó esta problemática: en la obra de Leon Tolstoi también encontramos ácidas críticas, repletas de ironía, dedicadas a la aristocracia rusa.

           Turgenev fue muy aficionado al ajedrez, algo que era bastante común entre los nobles rusos de la época, llegando a alcanzar un nivel más que respetable. De hecho, cada vez que acudía a París era un asiduo al famoso Café de la Régence, lugar donde llegó a organizar un torneo donando un premio de 100 francos... el propio Turgenev participó en el torneo, que fue ganado por Brun. En el café también jugó un match con Maczuski, siendo la partida que vemos la primera de dicho encuentro. Existe otra partida suya disputada contra el Barón Ignatz Von Kolisch que data de la época en la que este fenomenal maestro se había retirado del ajedrez para dedicarse a sus negocios en la Banca de Viena: Ver partida.

Ivan Turgenev

            En una de sus obras más conocidas, "Historias de un cazador", podemos descubrir el pensamiento de Turgenev y su fino talento para la escritura, donde nos muestra, a través de multitud de historias distintas, su visión de la Rusia de mediados del siglo XIX . A través de los ojos de un noble ruso muy aficionado a la caza, iremos conociendo a nobles y mujiks (campesinos), por lo que podremos introducirnos en las raíces mismas de una sociedad completamente desfasada y anclada en el tiempo, donde una minoría atesora toda la riqueza y somete al resto a su caprichosa voluntad. Esa privilegiada clase alta, en su mayoría personas sin ningún talento, gozan de todos los lujos imaginables sin necesidad de haber movido un sólo dedo a lo largo de toda su vida, mientras sus siervos y campesinos reciben castigo tras castigo en una vida en la que sólo conocen el trabajo sin descanso a las órdenes de su barín. Un mujik sólo conocía la miseria y la humillación, sometido a normas injustas y constantes maltratos, mientras sus amos, nobles sólo de título, vivían entre lujos, con despilfarros inimaginables y una existencia que en muchos casos se acercaba a la más absurda extravagancia.

            Pero en las obras de Turgenev también encontraremos una inagotable pasión por la naturaleza claramente visible a través de bellas descripciones que nos transportarán a la exuberante Rusia y nos harán olvidar que vivimos en un mundo donde las pequeñas cosas, como disfrutar de la naturaleza, parecen haber perdido gran parte de su significado y donde no parece haber tiempo para detenerse a contemplar algo que no sea la escalera para ascender hacia el éxito.

Cuadro de Ivan_Kramskoi "El apicultor" 1872       Dibujo de dos mujiks ancianos sentados ante una mesa

Javier Cordero Fernández

(6 Enero 2015)

 

 

 

 

 

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