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Golpe de estado en el reino

Rey medieval

Imbaud - Strumilo

Correspondencia 1922

1.e4 d5 2.exd5 Cf6 3.Cc3 Cxd5 4.Ac4 Cb6 5.Ab3 Cc6 6.Cf3 e5 7.d3 Ag4 8.h3 Ah5 9.Cxe5 Axd1 10.Axf7+ Re7 11.Ag5+ Rd6 12.Ce4+ Rxe5 13.f4+ Rd4 14.Txd1 Re3 15.0–0 Cd4 16.Tde1+ Ce2+ 17.Txe2+ Rxe2 18.Ah5+ Re3 19.Tf3+ Rd4 20.Af7 Cd5 21.c3+ Cxc3 22.bxc3++ 1–0

       

Después de 8...Ah5                Después de 11...Rd6               Después de 16...Ce2+

    

          Una verdadera obra de arte, Imbaud se deshace de sus piezas como si no las necesitase para nada y termina dando mate con lo poco que le queda, el Rey negro acaba mareado de dar tantas vueltas por el tablero. Un auténtico golpe de estado en el Reino de las negras... a rey muerto, rey puesto.

          Esto sólo se puede lograr con un cálculo muy profundo. Las partidas por correspondencia permiten este tipo de combinaciones al poder reflexionar un movimiento durante días.

UN POCO DE HISTORIA (20-09-2009): Existen serias dudas sobre la autenticidad de esta partida. Son varias las versiones que se le atribuyen y resulta difícil saber cual es la verdadera.

          Vayamos por orden cronológico. La primera versión de esta genial partida data del año 1917 y sus protagonistas fueron J. Perrier (blancas) y F. J. Wellmuth (negras), que se enfrentaron en California. La partida fue publicada en Golden Treasury of Chess, en 1943 y parece ser que ambos jugadores eran sacerdotes. Esta puede ser la versión más creíble porque la planilla venía firmada por Wellmuth.

"Fraile franciscano" de Peter Paul Rubens

          Pero sobre esta versión hay otro punto de vista. Y es que existe la partida comentada por J. Perrier en la que dice que es una composición suya, realizada durante la I Guerra Mundial, aduciendo que en esa época resultaba imposible poder jugar al ajedrez, por lo que se tenía que conformar con recrearse en el tablero sin rival ni compañero.

          En 1922 se jugó la partida del texto, que no podemos saber con exactitud si es real o no, pero que se pudo dar ya que a manos de Imbaud podía haber llegado la partida de Perrier y pudo haberla jugado siguiendo los movimientos ideados por el sacerdote. No sería el primer caso de partidas duplicadas y reales.

          Una pena no poder desentrañar la historia real de esta partida, que por otra parte es un joya que todo amante del ajedrez debería conocer.

 

 

 

 

 

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