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Ha fallecido Andor Lilienthal a la edad de 99 años

Monticelli, Mario - Lilienthal, Andor

Olimpiada, Varsovia 1935

1.d4 Cf6 2.Cf3 e6 3.e3 b6 4.Ad3 Ab7 5.Cbd2 c5 6.0–0 Cc6 7.c3 Dc7 8.De2 Ae7 9.dxc5 bxc5 10.b3 a5 11.a4 Cg4 12.Ab2 0–0 13.h3 Cge5 14.Cxe5 Cxe5 15.Ab5 f5 16.f4 Cg6 17.Tad1 Tad8 18.Cf3 Ad5 19.Txd5 exd5 20.Dd3 Rh8 21.Dxd5 Af6 22.g4 fxg4 23.hxg4 Cxf4 24.exf4 Dxf4 25.Dh5 d5 26.Rg2 c4 27.bxc4 dxc4 28.Df5 Dd6 29.De4 Ah4 30.Rh1 Dh6 31.De5 Txf3 32.Txf3 Td1+ 0–1

     

Después de 23.hxg4                   Después de 31...De5  

 

PARTIDA PUBLICADA EL 8 DE MAYO DE 2010

 

           El ajedrez ha perdido a su GM más veterano, Andor Lilienthal nos ha dejado a los 99 años de edad, justo unos días después del fallecimiento del siempre polémico Floren- cio Campomanes. Lilienthal estuvo jugando al ajedrez hasta sus últimos días, demostran- do una lucidez sorprendente para una persona que había vivido su cumpleaños el pasa- do 5 de Mayo. Sirva esta partida para rendirle un cariñoso y merecido homenaje.

            Con Lilienthal se va el vínculo con el ajedrez de principios de siglo, no hay que olvidar que este jugador peleó en el tablero con Capablanca, Alekhine o Lasker, para más adelante terminar integrándose en la escuela soviética. Llevaba muchos años retirado del ajedrez profesional, en concreto desde el año 1980, pero seguía disfrutando del ajedrez desde la tranquilidad del hogar. Era habitual verle como espectador en algún torneo, por lo que mantuvo la relación con su querido ajedrez hasta sus últimos años.

Conozcamos un poco a Andor Lilienthal

            Andor Lilienthal nació el 5 de Mayo de 1911, en Moscú (Rusia), aunque desde una temprana edad residió en Budapest, adoptando la nacionalidad húngara.

             Lilienthal se preparó durante su juventud para el oficio de sastre y esa sería su profesión durante varios años. Descubrió el ajedrez a una edad tardía: a los 17 años, algo que siempre representa un lastre en comparación a los jugadores que lo aprendieron con pocos años de edad. Sólo 3 años después decidió dedicarse en profundidad al ajedrez tomándolo como su nuevo oficio. Una decisión arriesgada ya que en aquella época los ajedrecistas profesio- nales pasaban auténticas penurias y muchos de ellos terminaban sus vidas en la más completa de las miserias. Pero Lilienthal amaba el ajedrez más que a ninguna otra cosa y poco le importaba el aspecto económico, delante de un tablero era feliz y comprendió que esa felicidad es algo que llega a alcanzar pocas personas.

             Durante una época vivió en Berlín, donde entró en contacto con el círculo ajedrecístico de la ciudad. Esto resultó muy positivo para el progreso del joven Andor, que deseaba mejorar a toda costa y recuperar el tiempo perdido. Algo parecido le ocurrió cuando estableció su residencia en París, donde frecuentó con asiduidad el Café de la Regencé, lo que le sirvió para conocer a Alexander Alekhine y Ossip Bernstein. Fue allí donde su fama empezó a crecer, sobre todo gracias a su gran capacidad para disputar partidas rápidas.

              Su aparición en los torneos europeos fue realmente exitosa, su nombre aparecía en la parte alta de las clasificaciones y sus partidas no pasaban desapercibidas. Estas buenas sensaciones las confirmó con varias actuacio- nes sensacionales en las Olimpiadas, siempre representando a Hungría: Folkestone (1933) 10/13, Varsovia (1935) 15/19, y Estocolmo (1937) 12/17.

             El público le recibió con agrado, no en vano Lilienthal tenía un fino olfato para el ajedrez táctico y por ello disputó varias partidas con preciosas combinaciones... de las que sin duda sobresale su triunfo ante Capablanca en Hastings 1935, en la que barrió del tablero al genial jugador cubano con un fenomenal sacrifico de dama. Podéis ver la partida en: Lilienthal - Capablanca, sin duda una de las partidas más brillante de la historia del ajedrez.

            A finales de los años 30 decidió abandonar Hungría para instalarse en Moscú, por lo que pasó a jugar bajo bandera soviética. Los éxitos continuaron llegando, incluido un triunfo en el campeonato de la URSS de 1940, sin duda la mejor actuación a lo largo de su carrera. Podéis ver la tabla de dicho Campeonato en: Cto. URSS 1940.

            El punto álgido de su carrera llegó a finales de los 40, cuando logró plaza para el torneo de candidatos al campeonato del mundo tras quedar en 5º lugar en el Interzonal de Saltsjobaden ante una durísima competencia. En dicho torneo de candidatos finalizó en último lugar a 5 puntos del ganador. Esto lo logró con 39 años, edad que marca, más o menos, la plenitud de un ajedrecista... en el caso de Lilienthal fue así, a partir de ese momento sus resultados fueron empeorando paulatinamente y poco a poco su nombre fue desapareciendo de la élite del ajedrez.

             Finalmente, tras pelear durante muchos años, logró estar en una final de un campeonato del mundo... como ayudante de Vassily Smyslov. También como analista fue muy apreciado, ya que también fue el segundo de a bordo de Tigran Petrosian.

            Su estilo de juego es complicado de calificar. Si uno echa un vistazo a sus partidas encontrará un poco de todo: buen dominio del juego posicional y de los finales, pero también hallarán partidas con bonitas combinaciones y contundentes ataques contra el enroque. Lilienthal era un jugador todoterreno, con calidad para moverse con solvencia en todos los campos del ajedrez.

            Como persona era de carácter alegre y tranquilo, lo que le sirvió para tener excelentes relaciones con sus rivales. Son muy conocidas sus amistades con 3 campeones del mundo: Lasker, Alekhine y Fischer (estos tres nom- bres nos hablan de una carrera repleta de acontecimientos a lo largo de muchas décadas batallando en el tablero). Pero también se achaca a este carácter la imposibilidad de haber llegado más alto en su carrera, le faltaba el instinto asesino necesario para cualquier deporte y que si tuvieron otros grandes campeones como Alekhine, Botvinnik, Fischer o Kasparov.

            Con Lilienthal hemos perdido a uno de esos jugadores querido por todos y también se ha roto una conexión con el pasado, es como si hubiésemos roto por completo con los tiempos de Alekhine y Capablanca, que a partir del 8 de Mayo de 2010 nos quedarán todavía más lejos.

Javier Cordero Fernández

(9 Mayo 2010)

 

 

 

 

 

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