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Bent Larsen nos ha dejado, recordémosle

Partida publicada el 9 de Septiembre de 2010

Bent Larsen, en el siglo XXI, entre fichas de ajedrez

Larsen, Bent - Parliaros, Dimitrios

Olimpiada, Amsterdam 1954

1.Cf3 Cf6 2.g3 g6 3.Ag2 Ag7 4.c4 0–0 5.0–0 d6 6.d4 Cbd7 7.Dc2 e5 8.Td1 Te8 9.Cc3 c6 10.b3 e4 11.Cg5 e3 12.fxe3 d5 13.e4 h6 14.e5 Cg4 15.Cxf7 Rxf7 16.cxd5 Cdxe5 17.Tf1+ Rg8 18.dxe5 Db6+ 19.Rh1 Txe5 20.Dxg6 Cf2+ 21.Txf2 Dxf2 22.Axh6 Df6 23.Dxg7+ Dxg7 24.Axg7 Rxg7 25.dxc6 bxc6 26.Axc6 Tb8 27.Af3 Aa6 28.Td1 Tbe8 29.h4 T8e7 30.Cd5 Td7 31.e4 Ab7 32.Rg2 1–0

     

Después de 14...Cg4                 Después de 20...Cf2+

El romántico sin esperanza, un jugador muy especial 

          El pasado jueves 9 de Septiembre falleció el GM Bent Larsen, un jugador que siempre tuvo una visión propia del ajedrez y se mantuvo fiel a su modo de jugar durante toda su vida. Con Larsen perdemos otro lazo que nos unía a una época gloriosa del ajedrez, años donde hubo una gran proliferación de jugadores talentosos y luchadores, años donde lo más importante era la victoria, años donde se investigaba gracias únicamente a la capacidad de cada jugador y donde este deporte progresó imparablemente.

          Larsen siempre fue un jugador especial. Nunca tuvo entrenador ni ayudantes, algo impensable en la época donde le tocó jugar, en la que cada jugador de élite contaba con un auténtico séquito a su disposición en cada torneo. También es recordado por utilizar aperturas en desuso,  sobre todo gambitos que fueron utilizados en otras épocas y que el trató de revitalizar... por esto fue bautizado como 'el romántico sin esperanza'. 

Bent Larsen en sus primeros años en el ajedrez

          Como jugador lo ganó todo, salvo el campeonato del mundo (el gran lunar de su carrera). Su palmarés está repleto de victorias, pero a la hora de luchar por el torno mundial se encontró con los rocosos jugadores soviéticos y más adelante con el fenomenal talento de Bobby Fischer. Como persona era muy apreciado por rivales y aficionados, que pudieron disfrutar de su talento durante muchas décadas, porque Larsen estuvo jugando torneos hasta unos meses antes de su fallecimiento.

          Con Larsen se va uno de los grandes personajes de este deporte, un jugador que amaba el ajedrez, que disfrutaba investigando nuevas líneas y que era capaz de crear belleza en un tablero como un artista lo hace en un lienzo, un talento desbordante que merece un hueco en el Olimpo del ajedrez. Para recordarle más en profundidad no dejen de leer:

Bent Larsen, el romántico sin esperanza

Su mejor partida: Larsen - Petrosian,  Santa Mónica  1966

 

 

 

 

 

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