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Kasparov, Gary - Kramnik, Vladimir

Novgorod 1994

1.e4 c5 2.Cc3 Cc6 3.Cge2 Cf6 4.d4 cxd4 5.Cxd4 e5 6.Cdb5 d6 7.Ag5 a6 8.Ca3 b5 9.Cd5 Ae7 10.Axf6 Axf6 11.c3 0–0 12.Cc2 Tb8 13.h4 Ce7 14.Cxf6+ gxf6 15.Dd2 Ab7 16.Ad3 d5 17.exd5 Dxd5 18.0–0–0 e4 19.Ae2 Dxa2 20.Dh6 De6 21.Cd4 Db6 22.Th3 Rh8 23.Ag4 Tg8 24.Ce6 Tg6 25.Df4 Te8 26.Td6 Cd5 27.h5 Cxf4 28.hxg6 Dxd6 29.Txh7+ Rg8 30.gxf7+ Rxh7 31.fxe8=D Cxe6 32.Af5+ Rg7 33.Dg6+ Rf8 34.Dxf6+ Re8 35.Axe6 Df8 1–0

Después de 26...Cd5

Partida sugerida por Gabriel Gindel (Buenos Aires)

 

Gary Kasparov ante el tablero

           Tiempos tan cercanos, pero a la vez tan diferentes. El mundo del ajedrez en la década de los 90 tenía un claro dominador, Kasparov era casi imbatible y a comienzos de esa década estaba en su máximo esplendor. El ajedrez a lo largo de todas sus épocas ha tenido un dominador, un jugador que sobresalía del resto por su juego o por su carisma. Esto no ocurre en la actualidad, donde nadie ha recogido el testigo dejado por el azerí, parece que Carlsen podría hacerlo en un futuro, pero eso está por confirmar.

          Gracias a sus duelos con Karpov la fama de ambos jugadores trascendió fronteras,  incluso entre las personas que no eran aficionadas al ajedrez, esto representó un gran impulso para este deporte que hoy no goza de tan buena salud. Sin duda, la presencia de Kasparov era positiva para el ajedrez, cualquier acto en el que participase tenía una difusión a nivel mundial.

 

           Kasparov destacó por su férrea voluntad para perseguir cada victoria. Para ello no dudaba en utilizar un espectacular estilo de ataque si la posición lo requería, como bien muestra esta bella partida donde destroza a todo un maestro de la defensa. Combinaba esa fuerza en el tablero con una gran preparación teórica y física, y por todo esto logró cambiar la concepción que hasta aquel entonces se tenía de un GM. Pero todo lo que le rodeaba también trajo aparejado una gran presión sobre sus espaldas, cada movimiento, cada declaración que hacía eran seguidos por todos los medios ajedrecistas del planeta. Lo cierto es que Kasparov supo aguantar esta presión y logró infinidad de triunfos, pero finalmente el desgaste hizo mella en él y el ogro decidió retirarse... y lo hizo por todo lo alto, obteniendo el triunfo en el Wimbledon del ajedrez: Linares. Así era uno de los más grandes jugadores de ajedrez de la historia, capaz de dejar un hueco imposible de llenar tras su retirada.

 

 

 

 

 

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