Inicio  |  La Diosa Caissa  |                                                                                                E-mail  |  Correo interno  |

 

 Mejores partidas

Desde las trincheras con mucho arte

Dibujo de una trinchera, con un avión en el cielo y una explosión cercana

Petrosian, Tigran - Pachman, Ludek

Bled 1961

1.Cf3 c5 2.g3 Cc6 3.Ag2 g6 4.0–0 Ag7 5.d3 e6 6.e4 Cge7 7.Te1 0–0 8.e5 d6 9.exd6 Dxd6 10.Cbd2 Dc7 11.Cb3 Cd4 12.Af4 Db6 13.Ce5 Cxb3 14.Cc4 Db5 15.axb3 a5 16.Ad6 Af6 17.Df3 Rg7 18.Te4 Td8 19.Dxf6+ Rxf6 20.Ae5+ Rg5 21.Ag7 1–0

Después de 18...Td8

 

Tigran Petrosian

          Ver para creer, Tigran Petrosian, el rey de la defensa, lanzando un ataque demoledor con un brillante sacrificio de dama. En realidad no debemos sorprendernos demasiado. Tigran Petrosian tenía un gran talento para el ajedrez táctico, tal y como atestiguan sus rivales y compañeros, como el mismísimo Mikhail Tahl.

          Simplemente Petrosian escogió un modo de jugar tranquilo y sin sobresaltos, algo que tal vez se correspondía con su forma de ser. Utilizó dicho talento para anticiparse a la ideas atacantes de sus adversarios y de ese modo hacer la la jugada más molesta que desbarataba los planes que le amenazaban. 

 

          Podemos decir que Petrosian, en determinadas ocasiones, usó su talento para destruir y no para crear, algo totalmente lícito porque el fin de una partida de ajedrez es la victoria, pero una lástima desde el lado artístico. El ajedrez es un juego tan profundo que permite distintos modos de jugar, pero como en otros deportes los aficionados prefieren el juego de ataque y las partidas recordadas con el paso de los años siempre serán las que tengan inesperados sacrificios de pieza.

          La maniobra ideada por Petrosian en esta partida es muy imaginativa, la entrega de la dama derriba la principal defensa negra y permite la entrada en acción del alfil, que actua como una tenaza que se cierra cortando la retirada al rey rival. El cerco queda cerrado y el mate, aunque parezca increíble por la diferencia de material, es imparable. Seguro que Pachman, tras la entrega de la dama, se quedó como un boxeador que acaba de recibir un directo en toda la cara: noqueado y sorprendido.

 

 

 

 

 

© Ajedrez de ataque. Todos los derechos reservados

Volver