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 Mejores partidas

El romántico por excelencia

Corazón

Hillel, D. - Anderssen, Adolf

Breslau 1856

1.e4 e5 2.f4 exf4 3.Ac4 Dh4+ 4.Rf1 g5 5.Cc3 Ag7 6.d4 Ce7 7.Cb5 Ca6 8.Cf3 Dh5 9.De2 d6 10.h4 h6 11.e5 dxe5 12.dxe5 Ae6 13.Axe6 fxe6 14.Cbd4 0–0 15.Cxe6 g4 16.Cxg7 Rxg7 17.Cd4 Cc5 18.b4 Tad8 19.c3 Txd4 20.cxd4 f3 21.gxf3 Txf3+ 22.Rg2 Cd3 23.Ae3 Cd5 24.Dxd3 Cxe3+ 25.Rg1 Tg3+ 26.Rf2 Df7+ 27.Re1 Df3 28.Rd2 Dg2+ 29.Rc3 Cd5+ 30.Rc4 De4 0–1

         

        Después de 19...c3                         Después de 23.Ae3                        Después de 30.Rc4

Partida sugerida por Alfredo Cuadros (México)

 

Adolf Anderssen

             El ajedrez le debe mucho a Adolf Anderssen, toda la belleza que creó en el tablero ha servido para que muchas personas se hayan acercado a este juego atraídos por sus increíbles combinaciones. Tal vez Anderssen hubiese llegado mucho más lejos de no haberse dedicado en cuerpo y alma a su profesión: maestro de escuela. Esto le hubiese dado otro lugar, mucho más preferente, en la historia del ajedrez.

             También fue maestro en el ajedrez, ya que tuvo como pupilos a jugadores como Johannes Zukertort o Frtiz Riemann. Pero Adolf grabó su nombre en la memoria de los aficionados a golpe de combinación, por ello es recordado como el emblema de la época romántica, una forma de jugar atrevida y valiente, siempre peleando a pecho descubierto sin importar para nada la seguridad de su propio rey. Una forma de jugar que apenas duró unas pocas décadas, pero que ha quedado grabada en el corazoncito de todo aficionado al ajedrez.

 

 

 

 

 

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