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La venganza se sirve en plato frío

Vidmar, Milan - Tarrasch, Siegbert

Nuremberg 1906

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c5 4.e3 Cf6 5.Cf3 Cc6 6.a3 cxd4 7.exd4 Ae7 8.Af4 0–0 9.Tc1 dxc4 10.Axc4 Db6 11.0–0 a6 12.b4 Da7 13.Dd3 Td8 14.Tfd1 Cd5 15.Ag5 h6 16.Ae3 Af6 17.Ce4 Cce7 18.g4 Rf8 19.h4 Cg8 20.g5 hxg5 21.hxg5 Ae7 22.Ce5 f6 23.Cg6+ Rf7 24.Ch8+ Re8 25.Cc5 f5 26.De2 g6 27.Cxg6 b5 28.Axd5 exd5 29.Dh5 Axc5 30.Ce5+ Rf8 31.Txc5 Dg7 32.Cg6+ Rf7 33.Tc7+ Ad7 34.Ce5+ Re6 35.Cc6 Tdc8 36.Af4 Cf6 37.Te1+ Ce4 38.Txe4+ 1–0

Después de 37...Ce4

 

           La fe con que se juega cuando en un corazón anida el ansia de venganza suele ser inquebrantable... sobre todo cuando se ha cometido una injusticia. En ese estado jugó Milan Vidmar esta partida, con el oculto deseo de una venganza que se consagró de forma brillante. Esta historia tuvo su comienzo cuando el Doctor Tarrasch se negó a que Vidmar participase en el Congreso de ajedrez de la Federación alemana, uno de los torneos más importantes de la época. Como es lógico, esto llenó de indignación al jugador yugoslavo, que finalmente fue admitido por la organización.

           Por tanto, esta partida no fue una más para Vidmar, y eso se nota desde la apertura. Vidmar apretó y corrió riesgos, dejando su enroque totalmente desguarecido, y logró la iniciativa a base de jugar con gran energía y precisión. En definitiva, dio toda una lección de ajedrez a Tarrasch y cumplió su venganza, de la que seguro que disfrutó con deleite. Vidmar demostró que su participación en el torneo era de justicia, ya que finalizó con los mismos puntos que Tarrasch, aunque ambos no estuvieron en los puestos altos de la clasificación.

            Tarrasch mostró su lado más desagradable e intentó salvar la situación de forma poco honorable: ofreció tablas en la jugada 36 al ver lo que se le venía encima... la respuesta de Vidmar fue la ultima jugada de la partida, un remate brillante que supuso un bello colofón a esta historia.

 

 

 

 

 

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