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Ajedrez en el servicio de inteligencia

Dibujo de un espía recibiendo información de un soplón. Ambos llevan sombrero y gabardina y hablan en susurros

Alexander, Conel Hugh - Pachman, Ludek

Zonal, Hilversum 1947

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0–0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3 d6 8.c3 0–0 9.h3 Ca5 10.Ac2 c5 11.d4 Dc7 12.Cbd2 Ab7 13.d5 Ac8 14.Cf1 Te8 15.Rh2 g6 16.Ce3 Af8 17.g4 Ag7 18.Tg1 Rh8 19.Cg5 Tf8 20.h4 Cg8 21.De2 Ad7 22.Ad2 Ce7 23.Cf5 gxf5 24.gxf5 f6 25.Cxh7 Ae8 26.Txg7 Rxg7 27.Cxf8 Rxf8 28.Ah6+ Rf7 29.Dh5+ Cg6 30.fxg6+ Rg8 31.Df5 De7 32.Tg1 Cc4 33.Ac1 Ad7 34.Df3 Tf8 35.b3 Cb6 36.h5 f5 37.Ag5 fxe4 38.De2 De8 39.Axe4 Af5 40.Ah6 Tf6 41.Df3 1–0

Después de 22...Ce7

Premio de belleza del torneo

 

          Conel Hugh O'Donel Alexander fue considerado el jugador británico más fuerte del periodo de entreguerras. Tenia un estilo 'fino', capaz de combinar con éxito y obtener buenos resultados, por lo que rápidamente se convirtió en una pieza fundamental dentro del equipo británico, participando en varias Olimpiadas.

           Pero Alexander encontró otro camino en su vida, distante del ajedrez, que le conduciría a la celebridad. En 1940, en plana II Guerra Mundial, empezó a trabajar para el servicio de inteligencia británico descifrando códigos. Estuvo bajo las órdenes de Alan Turing, ingeniero famoso por ser uno de los grandes desarrolladores de los programas de ajedrez. El servicio de inteligencia británico también reclutó a otros ajedrecistas, como Harry Golombek y Milner Barry. La gran contribución de este trío fue colaborar en el desciframiento del código de la máquina enigma de los nazis, la cual traía de cabeza a los aliados, ya que cambiaba el código de transmisión de mensajes a diario, por lo que resultaba muy complicado descifrarlo. Finalmente el equipo de Alexander logró descifrar el código, lo que aceleró la derrota de los nazis y precipitó los acontecimientos que se vivieron.

           El gobierno británico supo reconocer la valía de Hugh Alexander y le ofreció un empleo en el Foreign Office (dentro del servicio de inteligencia MI6). Alexander aceptó, por lo que renunció a su prometedora carrera en el tablero, abandonando paulatinamente el ajedrez, hasta sólo jugar partidas por correspondencia (proceso que duró varios años, ya que participó esporádicamente en algún torneo).

 

 

 

 

 

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