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Asaltando la fortaleza inexpugnable

Castillo de Manzanares el Real

Petrosian, Tigran - Gligoric, Svetozar

Zagreb 1970

1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.Ae2 0–0 6.Cf3 e5 7.0–0 Cc6 8.d5 Ce7 9.b4 Ch5 10.Cd2 Cf4 11.a4 f5 12.Af3 g5 13.exf5 Cxf5 14.g3 Cd4 15.gxf4 Cxf3+ 16.Dxf3 g4 17.Dh1 exf4 18.Ab2 Af5 19.Tfe1 f3 20.Cde4 Dh4 21.h3 Ae5 22.Te3 gxh3 23.Dxf3 Ag4 24.Dh1 h2+ 25.Rg2 Dh5 26.Cd2 Ad4 27.De1 Tae8 28.Cce4 Axb2 29.Tg3 Ae5 30.Taa3 Rh8 31.Rh1 Tg8 32.Df1 Axg3 33.Txg3 Txe4 0–1

Después de 14.g3

 

          No encontraran muchas partidas donde Tigran Petrosian hinque la rodilla de esta manera. Pero Gligoric jugó con gran determinación, sin importarle demasiado dejar su rey desprotegido, y consiguió bloquear por completo el juego del rey de la defensa. Una buena partida de ataque suele basarse en elegir el momento adecuado en el que comenzar las hostilidades, y Gligoric lo hizo en el momento justo, cuando las piezas blancas no tenían la más mínima forma de contraatacar (ni en el centro, ni en los flancos).

          Realmente creo que es muy difícil poder conseguir lo que logró Gligoric en esta partida, y más cuando Petrosian estuvo especialmente profundo en su defensa. La fortaleza blanca parecía tener unos muros sólidos, pero el sacrificio de caballo puso todo paras arriba. De todas formas la posición exigía jugar con la precisión de un cirujano para encontrar el camino idóneo y Gligoric lo hizo, demostrando que sus buenos resultados no eran fruto de la casualidad.

 

 

 

 

 

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