Comienzo espectacular de Alexei Shirov en Wijk aan Zee
con 4 victorias en las 4 primeras rondas. Corus es una
de las grandes citas del año, un torneo de gran
prestigio, vencer allí da gran lustre a un palmarés y
además otorga plaza para disputar la final del grand
slam. Los organizadores han optado por incluir a varios
jugadores nacionales, lo que parece que ha bajado algo
el nivel del torneo. En otras ediciones sólo se incluía
a Loek Van Wely y el holandés solía rendir a un nivel
aceptable.
Shirov nos vuelve a deleitar con un ataque directo
contra el enroque, sin miramientos y solamente buscando
dejar desprotegido al rey rival, aspecto que aprovechará
a las mil maravillas atacando con decisión. Pero no
todas las partidas de Shirov son así, echen un vistazo
a Wijk aan Zee y comprobarán como Shirov ha obtenido
dos triunfos demostrando un gran dominio de los finales.
Y es que nos hemos empeñado, yo incluido, en situar a
Shirov como jugador romántico, y realmente no lo es. Es
un jugador con un gran talento, capaz de lanzar
brillantes ataques cuando la situación está igualada y
quiere obtener la victoria, pero que prefiere llegar a
la victoria de una manera más tranquila. Como es
lógico y lícito, lo único que le importa es la
victoria y para llegar a ella no le importa el modo a
usar. Es innegable que es un jugador de un talento
enorme, capaz de calcular largas variantes y de ser
imaginativo en su juego, con rasgos de jugador genial,
pero la palabra romántico debemos reservarla para los
juga- dores a los que sólo les preocupaba crear belleza
en un tablero, dejando en un segundo plano el resultado
del torneo (podemos hablar de Nezhmetdinov, Vitolinsh,
Gufeld y muchos otros de épocas más lejanas).
De todas formas, Shirov es casi el único jugador de la
actualidad capaz de sorprendernos y deleitarnos con sus
combinaciones, por lo que me alegraría que obtuviese el
triunfo final en Wijk aan Zee, lo que sería un
importante logro en su carrera. |