Shirov siempre es fiel a su cita con el ajedrez
táctico. Y en esta ocasión, cuando uno reproduce con
calma la partida, parece que atacar es fácil y
sencillo... cuando no lo es. Sin pasar la partida por el
frío análisis de los programas, me parece que el
movimiento 26 de las negras es demasiado temerario. Las
piezas negras no están en disposición de defender a su
rey, sobre todo la dama, que está totalmente bloqueada.
En esas condiciones no parece lógico exponer todavía
más al rey moviendo un peón del enroque, es una
invitación a que el rival se lance a la aventura y
ataque directamente al rey, y más cuando una de las
torres corta una futura retirada del monarca.
Esta partida corresponde a la primera ronda de la Copa
del mundo, competición a la que se llega por distintos
caminos: campeonatos nacionales o zonales, más los
invitados. El premio, para más de 100 participantes,
son sólo dos plazas para el ciclo de candidatos al
campeonato del mundo... muchos tiburones para tan poca
carne. El propio Shirov ha caído en la segunda ronda
ante el campeón de Europa Vladimir Potkin. No parece
que Alexei se encuentre en su mejor momento y lejanos
parecen los tiempos en que podía aspirar al trono
mundial. En la primera ronda ya cayeron jugadores
ilustres como Leko, y en la tercera Ivanchuk está
contra las cuerdas ante Sutovsky.
El formato me sigue pareciendo cuanto menos dudoso, dos
partidas lentas y desempate a rápidas (con segundo
desempate a partidas relámpago). Mucha presión para
los jugadores ya que cualquier error te deja fuera casi
sin remedio. Además esto fomenta que algunos jugadores
busquen las partidas rápidas con descaro, algo que no
me voy a detener a comentar porque ya lo he hecho en
varias ocasiones.
ÚLTIMA HORA: En la tercera ronda ha ocurrido algo muy
extraño. Morozevich había perdido la primera partida
ante Grischuk, por lo que sólo le valía el triunfo en
la segunda... en la que ha firmado tablas en 12 jugadas,
con muchas piezas sobre el tablero y todo por jugar. Es
difícil juzgar la situación sin saber si a Morozevich
le ha ocurrido algún percance, pero de no haber sido
así su actitud es más que criticable y extraña. |